Colecciones científicas en centros universitariossobre la necesidad imperiosa de dejar de ser de Cenicienta y las notables ventajas de salir del armario

Resumen

Desde los orígenes de la sociedad moderna la custodia y presentación de bienes culturales y la actividad docente e investigadora han estado estrechamente relacionadas; pero la necesidad de concretar marcos institucionales precisos ha generalizado una visión, excesivamente simplista, que identifica custodia y exposición con Museo y docencia e investigación con Universidad. Afortunadamente, la definición de una sociedad civil más informada, más rica intelectualmente, introduce matices y variedad en las concepciones institucionales, más allá de la rígida adscripción burocrática de responsabilidades administrativas; evidentemente un museo debe atesorar piezas, debe garantizar su conservación y seguridad y debe desarrollar activas campañas de difusión de sus fondos, pero no puede renunciar a disponer de un canal de comunicación directo y preferente con el mundo académico y universitario; una facultad universitaria debe formar profesionales e iniciar en la investigación, pero en el transcurso de su actividad ha formado colecciones de objetos de interés histórico y cultural que es necesario que conserve y muestre al conjunto de la sociedad como testimonio de su trabajo, elemento generador de vocaciones científicas y, en suma, como elemento educativo de primera importancia.