Recomendaciones de bebida e hidratación para la población española

  1. Martínez Álvarez, Jesús Román
  2. Villarino Marín, Antonio
  3. Polanco Allué, Isabel
  4. Iglesias Rosado, Carlos
  5. Gil Gregorio, Pedro
  6. Ramos Cordero, Primitivo
  7. López Rocha, Alberto
  8. Ribera Casado, José Manuel
  9. Legido Arce, Julio César
Revista:
Nutrición clínica y dietética hospitalaria

ISSN: 0211-6057

Año de publicación: 2008

Volumen: 28

Número: 2

Páginas: 3-19

Tipo: Artículo

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Resumen

El agua contenida en los alimentos junto con la que bebemos y el resto de los líquidos que ingerimos, tienen que garantizar nuestra correcta hidratación en todas las edades y circunstancias vitales. En consecuencia, es muy importante que su consumo tenga asegurada la calidad y la cantidad. La ingestión adecuada de agua total se ha establecido para prevenir los efectos deletéreos de la deshidratación que incluyen trastornos funcionales y metabólicos. Es conocido como el grado de hidratación puede influir sobre la salud y el bienestar de las personas. En la mujer embarazada, una parte importante del aumento de su peso se produce a expensas del incremento del volumen plasmático. En el caso de la lactancia, resulta obvia la importancia de mantener una ingesta hídrica adecuada si queremos preservar la calidad y cantidad de la leche y, por lo tanto, el estado nutricional del niño y de la madre. En el caso del niño, su balance hídrico tiene que estar equilibrado a través de aportaciones cotidianas suficientes. Las necesidades basales de líquidos en los mayores se cifran en torno a 30-35 mL por Kilogramo de peso y día. Hay circunstancias que incrementan las necesidades de líquidos del organismo como el estrés, la actividad y el ejercicio físico, el aumento de la temperatura ambiental, la fiebre, las pérdidas de líquidos por vómitos y/o diarreas, la diabetes descompensada, las quemaduras, etc. Los factores que condicionan el ejercicio en relación con la hidratación son: las características del ejercicio, las condiciones ambientales, las características individuales, el acostumbramiento a las condiciones climáticas externas, el entrenamiento, el umbral y la capacidad de sudoración. Todo ello hace que resulte muy conveniente instaurar unas Guías directrices que puedan orientar a los consumidores, así como a los distintos profesionales de la salud, sobre lo que resulta más adecuado beber o aconsejar beber en cada momento