El papel de la investigación académica sobre la mejora de las políticas y de las prácticas educativas
ISSN: 1886-5097
Année de publication: 2014
Titre de la publication: Conocimiento, políticas y prácticas educativas
Volumen: 3
Número: 5
Pages: 43-50
Type: Article
D'autres publications dans: Participación educativa
Résumé
En todos los ámbitos de la intervención social se espera cada vez más de los gobernantes que hagan uso de los conocimientos que la ciencia es capaz de aportar. Y la educación no es una excepción. En este artículo se analiza cómo puede ayudar la investigación educativa a la práctica y a la política educativa, cuáles son las dificultades para que esto ocurra, y cuál podría ser el marco en el que esa colaboración ciencia-práctica pudiese tener lugar. En el artículo se argumenta que para que la investigación educativa llegue a producir efectos positivos dentro del aula deberían cumplirse tres condiciones: calidad de la investigación, formación de futuros investigadores y maestros y profesores e instituciones que faciliten la comunicación y el intercambio de experiencias y resultados de investigación. Aunque hay muchos ejemplos de políticas fracasadas en educación, también hay ejemplos de intervenciones exitosas basadas en resultados de investigación. Pero el sistema educativo es una organización compleja en la que hay muchas personas que persiguen sus propios fines. En este sentido, a pesar de que existe investigación empírica que pone de manifiesto que ciertas inversiones son más productivas que otras, prácticamente en todo el mundo el perfil de gasto en educación difiere sustancialmente del perfil ideal. La consecuencia de esto es que si tenemos un sistema educativo con un control funcional y político centralizado, las corporaciones tendrán una gran capacidad de influir en las decisiones respecto a cómo debe organizarse el sistema y a cómo deben realizarse las inversiones. Se termina describiendo cómo debería ser un marco institucional que favoreciese la innovación en educación y la transferencia de resultados de investigación a la práctica y la política educativa. Flexibilidad, responsabilidad y evaluación serían los elementos que deberían caracterizar dicho marco institucional