Dolor y lamento por la muerte de Cristola Piedad y el Planctus

  1. Laura Rodríguez Peinado 1
  1. 1 Universidad Complutense de Madrid
    info

    Universidad Complutense de Madrid

    Madrid, España

    ROR 02p0gd045

Revista:
Revista digital de iconografía medieval

ISSN: 2254-7312

Año de publicación: 2015

Volumen: 7

Número: 13

Páginas: 1-17

Tipo: Artículo

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Resumen

La Piedad y el planctus, aunque similares en su contenido, son dos escenas diferentes intercaladas entre el Descendimiento y el Santo Entierro. En la Piedad, el cuerpo inerte del crucificado descansa en los brazos de su Madre, que lo recibe con un dolor contenido. En el planctus o llanto sobre el cuerpo de Cristo muerto, su cuerpo se deposita sobre un sudario o sobre la piedra de la unción y se disponen en torno, prorrumpiendo en lamentos y sollozos, la Virgen, San Juan, las santas mujeres, José de Arimatea y Nicodemo. La Piedad no aparece en los Evangelios, su origen está en la literatura mística bajomedieval, aunque desde el punto de vista plástico parece derivar del tema de la Virgen de la Humildad, donde se ha sustituido al Niño por el cuerpo inerte del Crucificado. Deriva de las lamentaciones ante el Hijo muerto, tema de origen bizantino que concentra la atención en el drama de la Pasión y la contemplación amorosa y doliente con sentido realista y conmovedor.