Cuerpo y sexualidad según Juan Pablo II en relación con la fenomenología de la corporeidad de Maurice Merleau-Ponty

  1. LÓPEZ ASENSIO, JOSÉ JAVIER
Dirigida por:
  1. Francisco Javier de la Torre Díaz Director

Universidad de defensa: Universidad Pontificia Comillas

Fecha de defensa: 23 de abril de 2015

Tribunal:
  1. Xosé Manuel Caamaño López Presidente/a
  2. Carmen Massé García Secretario/a
  3. Graciano González Rodríguez Arnáiz Vocal
  4. Francisco Javier de la Torre Díaz Vocal
  5. Manuel Fernández del Riesgo Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 384956 DIALNET

Resumen

La pregunta por el cuerpo no siempre ha tenido lugar prevalente en la reflexión teológica. Es un hecho que a lo largo de la historia humana los filósofos y demás pensadores han guardado silencio, casi reverencial, ante la realidad humana de lo sexual. ¿Por qué somos cuerpo y ese cuerpo se nos presenta rebelde al espíritu? ¿O bien rechazamos el cuerpo o bien rechazamos el espíritu? ¿Qué consecuencias acarrea cuando tomamos el cuerpo como verdadero eje de nuestra reflexión, como el ¿sitio¿ (lugar) escogido por Dios para revelarse en plenitud al hombre? ¿Qué forma de entender la persona, el mundo y Dios resulta desde esta perspectiva? ¿De dónde viene este silencio? Podríamos referirlo a la prevalencia del influjo platónico en algunas vertientes de la tradición teológica. Pero realmente la verdadera pérdida del cuerpo como factor teológico ocurrió con la aparición del dualismo cartesiano. Tal olvido encontró caldo de cultivo idóneo en una visión mecanicista del mundo. Por todo ello pensamos que nuestra tesis puede abrir el camino a una visión diferente. Con la ayuda de la fenomenología de Merleau-Ponty y con la antropología teológica de Juan Pablo II y la revelación bíblica, hemos pretendido desarrollar una visión más rica de la corporeidad y la sexualidad humana, que haga posible entenderlas como portadoras de la imago Dei. Para poder responder a estos interrogantes planteados por la Modernidad, Maurice Merleau-Ponty nos ofrece su análisis fenomenológico de lo real. Todo lo real está formado por notas o propiedades constitutivas. Las cuales no están yuxtapuestas, sino que forman una estructura, un sistema. El hombre no es una dualidad de sustancias completas -cuerpo y alma- al modo cartesiano, ni tampoco una mezcla de ¿cosa¿ e ¿idea¿, sino que es una ¿conciencia encarnada¿, es decir, un modo de ser-en-el-mundo. El filósofo francés constata como el cuerpo propio es la realización, actualización o expresión de la existencia humana. Ésta no se da sin el cuerpo y éste, a su vez, recibe el sentido de aquella. Juan Pablo II nos habla de situar el cuerpo-sexualidad humano en la cima de la Creación divina. Ahí encontraría el cuerpo su ¿totalidad unificada¿ y su dignidad, aunque nos plantee no pocos interrogantes. El cuerpo sexuado ha sido elegido por Dios para manifestar su misterio divino y ofrecer así la salvación al hombre. Esta nueva percepción del cuerpo y la sexualidad, la vinculamos en la tesis con el desarrollo de los nuevos estudios filosóficos y teológicos, especialmente desde la fenomenología y el personalismo, que nos invitan a tener más presente el componente subjetivo de la relación humana y el valor mismo de la persona. La tesis está dividida en tres partes: la primera parte responde a la exigencia de analizar el pensamiento de Merleau-Ponty sobre el cuerpo fenoménico. Ese cuerpo que pasa a ocupar el eje central alrededor del cual gira todo proceso gnoseológico, hasta el punto de convertirse en el auténtico trascendental merleaupontyano. La segunda parte responde a la exigencia de analizar el pensamiento de K. Wojtyla desglosado en siete ¿momentos¿ u obras de su itinerario intelectual. La tercera, y última parte, responde a la relación que establecemos entre K. Wojtyla y M. Merleau-Ponty entorno a tres categorías esenciales para la Teología moral: la conciencia, la acción moral y la libertad. Palabras clave Corporeidad, sexualidad, deseo, intercorporeidad, lenguaje, fenomenología, intencionalidad, experiencia, subjetividad, trascendencia, matrimonio, conciencia, actos morales, libertad, Karol Wojtyla y Maurice Merleau-Ponty.