A knowledge economy approach for the development of countries based on natural resources. The case of chile

  1. Labra Lillo , Romilio Ernesto
Dirigida por:
  1. Paloma Sánchez Muñoz Director/a
  2. Isabel Álvarez González Codirector

Universidad de defensa: Universidad Autónoma de Madrid

Fecha de defensa: 24 de septiembre de 2014

Tribunal:
  1. José Antonio Alonso Rodríguez Presidente
  2. Gemma Durán Romero Secretario/a
  3. Stefano Zambon Vocal
  4. Arturo Rodríguez Castellanos Vocal
  5. Gonzalo León Serrano Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

El desarrollo y el bienestar de los ciudadanos forman parte de las principales preocupaciones que enfrentan los responsables políticos en la actualidad, en la mayoría de los países. Con el fin de lograr estos objetivos, académicos e investigadores han elaborado diversas teorías y modelos que ofrecen información sobre los factores clave que determinan el desarrollo. Desde la Teoría neoclásica, que explica el crecimiento como una función determinada por el capital y el trabajo (Sala-i-Martin, 2000; Weil, 2006), hasta la Nueva teoría del crecimiento y la Teoría evolutiva del crecimiento, las cuales exploran nuevas formas de lograr el progreso, una serie de trabajos teóricos y empíricos se han realizado en esta dirección, con el propósito de proveer diferentes claves para el avance de las economías. En particular, las propuestas nacidas desde la teoría evolutiva muestran cómo el conocimiento, dentro de escenarios globalizados y cambiantes, podría soportar nuevas trayectorias de crecimiento gracias a la generación continua de innovaciones, como planteó Schumpeter (1947) décadas atrás. Autores desde diferentes perspectivas han destacado la importancia del conocimiento y la tecnología para el progreso de los países, sectores y empresas, ya que provee nuevos mecanismos para la creación de riquezas, más allá de las convencionales vías ofrecidas por las más tradicionales teorías (Dosi, 1988; Freeeman, 1995; David y Foray, 2002). Las evidencias muestran que el conocimiento y la innovación permiten romper el determinismo económico, lograr incrementos marginales crecientes, interrumpir los procesos estáticos, y evitar las restricciones al crecimiento de la visión neoclásica. Además, el conocimiento puede también sostener un proceso de innovación permanente, impulsar la convergencia de los países rezagados con aquellos más prósperos, promover cambios en los mercados, permitir el surgimiento de nuevas industrias, y reactivar sectores económicos tradicionales, todo lo cual se logra a través de procesos dinámicos, multi-causales y con dependencia bidireccional (Castellacci y Natera, 2013), los que a menudo tienen resultados impredecibles. Para aprovechar estas nuevas oportunidades, algunas economías han seguido las orientaciones entregadas por organizaciones internacionales, invirtiendo en intangibles y estableciendo estrategias para impulsar nuevas industrias basadas en el conocimiento, transformando así sus economías. Como resultado de estas decisiones, diversas historias de éxito se pueden encontrar, como son los ejemplos de EE.UU., Corea del Sur, Taiwán, Singapur y Japón (Wright, 1990; OCDE, 2010; Felipe et al., 2012). 14 Aunque esta nueva perspectiva ha contribuido efectivamente al desarrollo de los países, sobre todo en economías más intensivas en el conocimiento y la tecnología, este enfoque no ha sido aplicado ampliamente en la resolución de los problemas que presentan las industrias primarias, y en particular aquellas especializadas en la explotación de los recursos naturales (RN). En efecto, estas actividades económicas han sido generalmente menos estudiadas bajo un enfoque basado en el conocimiento. Los trabajos relacionados con estas economías han tomado generalmente en cuenta una visión más convencional, y los resultados señalan que estos recursos pueden causar impactos negativos en la economía, el medio ambiente y la sociedad, efectos que han sido denominados en la literatura como "la maldición de los recursos naturales". De este modo, las recomendaciones para estos casos han estado orientadas a fomentar la necesaria transformación de sus estructuras económicas por otras basadas en industrias intensivas en conocimiento y tecnología (Rosser, 2006; Smith, 2007; Ville y Wicken, 2012). Sin embargo, en las últimas décadas algunas evidencias comienzan a mostrar cómo los factores de naturaleza inmaterial podrían ofrecer nuevas alternativas a estas naciones, las cuales permitirían mejorar el desempeño de los sectores basados en RN, mediante la incorporación de los intangibles como pilar del crecimiento. Para alcanzar este propósito, estos países deberían invertir más en capital humano, innovación y tecnología, y a la vez fortalecer sus instituciones (Ferranti et al., 2002; Bravo-Ortega y De Gregorio, 2007; Hauser et al., 2011). Esta Tesis aborda precisamente estos tópicos, con el fin de identificar los elementos clave que podrían sostener el crecimiento en el largo plazo en aquellos países especializados en RN, más allá del rol que tienen los factores tradicionales de producción, y de esta forma contribuir al diseño de estrategias para evitar la maldición de los RN sin tener que abandonar estas industrias. Por lo tanto, una de las principales novedades de esta investigación es el estudio del efecto de los recursos naturales en el crecimiento, tomando los activos intangibles como elementos clave de este proceso. Los argumentos teóricos que sustentan esta propuesta, se encuentran en la Teoría evolutiva del crecimiento y en el marco conceptual de la Economía del conocimiento, los que se conjugan a través de un análisis que integra ambas perspectivas. Estos marcos analíticos proporcionan una vía más flexible, integral, multinivel e interconectada para comprender el crecimiento de los países, incluyendo no sólo los factores tecnológicos y físicos, sino también los elementos institucionales y de contexto que afectan el crecimiento, lo que proporciona un abanico más amplio de alternativas para la construcción de políticas de desarrollo.