Contribución de la personalidad, variables químicas y disfunciones ejecutivas a la distorsión de la imagen corporal en estudiantes universitarios

  1. Manzaneque Pérez, Beatriz
Dirigida por:
  1. Domingo A. García Villamisar Director
  2. María José Navarro García Director/a

Universidad de defensa: Universidad de Castilla-La Mancha

Fecha de defensa: 29 de octubre de 2013

Tribunal:
  1. Gonzalo Jover Olmeda Presidente
  2. María José Aguilar Idáñez Secretario/a
  3. José Antonio García del Castillo Rodríguez Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

Desde la literatura científica, se ha discutido si la alteración de la imagen corporal es, en parte, un sesgo perceptual (Williamson y col. 2004). Sin embargo, los procesos neurocognitivos subyacentes a este sesgo, no se entienden completamente y pueden mejorarse si se considera el impacto de un estilo de procesamiento de la información (Williamson, 1996; Williamson y col. 2004). Teniendo en cuenta estas premisas, diversos estudios hasta la fecha no permiten determinar si en las personas con un trastorno de la conducta alimentaria, su rigidez cognitiva se debe a la progresión de la enfermedad. Sin embargo está claro que el procesamiento de la información y la rigidez cognitiva, influyen más en los trastornos de la alimentación que en los trastornos de la imagen corporal. El trastorno dismórfico corporal se considera una enfermedad mental, un trastorno somatoformo, en el que la persona afectada manifiesta una preocupación excesiva acerca de su propia imagen corporal, asociado a un malestar psicológico que repercute en el funcionamiento social. Así, la alteración de la imagen corporal ha sido considerada como uno de los criterios diagnósticos de la anorexia nerviosa en los trastornos de la conducta alimentaria (DSMIV; APA, 1994). Dado el importante papel de la imagen corporal en el inicio y mantenimiento de la enfermedad, su recuperación es crucial en la intervención (Bruch, 1962; Kolb, 1975). Sin embargo, uno de los problemas respecto a este criterio diagnóstico es que la alteración de la imagen corporal se ha ido extendiendo a otros sectores de la población (además de los trastornos de la conducta alimentaria), produciéndose un notable incremento, en general, en la preocupación por la apariencia física y/o el peso en personas que a priori no presentan ningún tipo de trastorno de la alimentación. Así, entendemos por alteración de la imagen corporal, la presencia de juicios valorativos sobre el cuerpo que no coinciden con las características reales y la integran los siguientes componentes perceptivos, cognitivo-afectivos y conductuales. Dentro del componente cognitivo en los últimos tiempos ha habido una unanimidad aparentemente intuitiva para investigar el papel de habilidades cognitivas en pacientes anoréxicas que tienden a sobreestimar el tamaño corporal. Dichos estudios proporcionan la evidencia necesaria para determinar la disfunción neuropsicológica en los trastornos de la conducta alimentaria. Pero la claridad de estos hallazgos se ve oscurecida por múltiples factores en dicha población psicopatológica (Gardner, 1996; Smeets, Smitt, Panhuysen, y Ingleby, 1997). Así, mientras que la evidencia sugiere fuertes influencias psicosociales, queda por ver si los mecanismos neuropsicológicos (evaluados a través de las funciones ejecutivas) también están involucrados. Por este motivo, el objetivo del presente estudio es determinar si estas variables ejecutivas pueden explicar la distorsión de la imagen corporal. Al mismo tiempo, y teniendo en cuenta en el análisis, otras variables clínicas y de personalidad con el fin de estudiar el efecto modulador que pudieran tener en esta relación (como por ejemplo, la autoestima, la ansiedad, la depresión, el perfeccionismo, la autoaceptación, la personalidad, la actitud ante el propio cuerpo, los procesos hot de toma de decisiones y los procesos cool de funciones ejecutivas). CONTENIDO DE LA INVESTIGACIÓN La sintomatología de la distorsión de la imagen corporal ofrece numerosas oportunidades para establecer los vínculos que se relacionan con la percepción cognitiva del cuerpo y las alteraciones conductuales y neuropsicológicas. Es por esto, que con el presente estudio pretendemos estudiar las relaciones entre la imagen corporal y las diversas variables clínicas (autoestima, perfeccionismo, ansiedad, depresión y autoaceptación); variables de personalidad; actitudes ante la ingesta y hacia la propia imagen corporal y las funciones ejecutivas, clasificadas en funciones cálidas (hot) y frías (cool) Chan, Shum, Toulopulou y Chen (2008). Teniendo en cuenta que el análisis de la actividad cognitiva se analiza sobre lo conductual y lo emocional, las funciones frías, hacen alusión a un tratamiento más racional de la información, mientras que las funciones cálidas realizan el tratamiento de la información emocional. La presente tesis se desarrolla en cinco capítulos, a parte del Capitulo I. Introducción. El Capítulo II describe la justificación personal y profesional del proyecto. Los Capítulo III y IV abordan el marco teórico y los antecedentes científicos más importantes para la investigación, desde la fundamentación conceptual de la imagen corporal a lo largo del tiempo, el desarrollo de perspectivas e influencias de la imagen corporal en niños y adolescentes, las alteraciones de la imagen corporal desde sus características clínicas hasta los modelos explicativos y la valoración de la imagen corporal desde una perspectiva trans-diagnóstica. Seguiremos abordando el estudio de la imagen corporal según las diferencias individuales y culturales, en niños, niñas, mujeres y hombres; y en relación a los trastornos de la conducta alimentaria. Una vez analizados estos conceptos pasaremos a afrontar la intervención psicosocial de la imagen corporal, finalizando con el último punto y pilar básico de esta investigación, que se refiere al estudio de los procesos ejecutivos en pacientes con alteración de la imagen corporal. El Capítulo V describe el diseño experimental de los objetivos e hipótesis de trabajo, la metodología de investigación y los resultados del estudio. Como hipótesis de trabajo general establecimos que ¿Las funciones ejecutivas contribuirán a la distorsión de la imagen corporal en estudiantes universitarios.¿ A partir de nuestra hipótesis general, y teniendo en cuenta la literatura revisada en la parte introductoria, hemos formulado diecisiete hipótesis específicas agrupadas en tres bloques de estudio, (correlación, regresión y análisis diferencial de variables). El procedimiento de evaluación llevado a cabo, se organizó en dos fases. La primera fase del diseño consistía en la aplicación general de la batería a todos los participantes (N: 133), constituida por los siguientes cuestionarios: EAT-26, BSQ, BDI-II, BAI, RSE, MPS, SA3, NEO-FFI, BRIEF-SR, MBSRQ y, DEX. La segunda fase del diseño consistía en determinar mediante la prueba de screening, BSQ, el grupo subclínico. Así, y teniendo en cuenta los resultados de los alumnos en la prueba de screening utilizada, determinamos dos grupos, control (N=25) y subclínico (N=25). A ambos grupos (subclínico y control) se les administró de manera individual las pruebas de la segunda fase del estudio, incluidas en la batería II (BDDE, (Body Dysmorphic Disorder Examination), Pruebas cool de funciones ejecutivas (prueba de fluidez verbal y Trail Making Test) y Pruebas hot de toma de decisiones (DECI e IOWA). En una investigación de tipo descriptivo y transversal. Para operacionalizar las variables se realizan tres procedimientos estadísticos con el fin de contrastar las 17 hipótesis planteadas. En primer lugar, se realiza un estudio de correlación r de Pearson para ver si hay una relación signifivativa entre todas las variables estudiadas, con el objetivo de observar si existe un patrón común de crecimiento (correlación positiva), o para ver si el crecimiento de algunas va unido al decrecimiento de otras (correlación negativa). En segundo lugar, realizamos los análisis de regresión lineal jerárquica, para analizar qué varibales son las que mejor predicen la variable dependiente. Y, por último, se realizan diversos Anovas para analizar la variación de las variables independientes en función de los valores extremos de la distorsión de la imagen corporal. El Capítulo VI presenta las conclusiones e implicaciones pedagógicas que surgen del estudio, junto con las limitaciones y futuras líneas de la investigación. En este apartado se describen las limitaciones del estudio y las futuras líneas de investigación, que irán en la línea de facilitar ideas para la creación de futuros diseños metodológicos en el área educativa y de la mejora de la calidad de vida de las personas con alteración de la imagen corporal. CONCLUSIONES Los resultados de esta investigación permiten establecer las siguientes conclusiones: 1. La insatisfacción con la imagen corporal no es exclusiva de los trastornos de la conducta alimentaria y se encuentra presente en una parte importante de la población no clínica. 2. Existen diferencias significativas en la forma de percibir la imagen corporal entre el grupo control y el subclínico. 3. Las personas con puntuaciones elevadas en el Test de actitudes alimentarias (EAT-26), presentan a su vez mayor insatisfacción con la imagen corporal, así como sentimientos de baja autoestima ligados a la valoración de su propio cuerpo. 4. Los resultados relativos a los correlatos de la insatisfacción con la imagen corporal manifiestan una relación significativa con los síntomas internalizantes (ansiedad y depresión), con la autoestima, el perfeccionismo, la autoaceptación, con los dos factores de la personalidad que son característicos de las personas con distorsión de la imagen corporal (neuroticismo y antipatía), y con la actitud negativa hacia el propio cuerpo y ante la ingesta, mostrando una preocupación excesiva hacia su aspecto físico y su cuidado. Además, en relación a la correlación de la insatisfacción con la imagen corporal con las disfunciones ejecutivas de la vida diaria, las disfunciones ejecutivas en la vida diaria correlacionan de forma positiva y significativa con la insatisfacción con la imagen corporal. 5. Las variables que mejor predicen las alteraciones con la imagen corporal, la actitud negativa hacia el propio cuerpo y ante la ingesta, la depresión y el autoconcepto negativo hacia uno mismo son los mejores predictores de la insatisfacción con la imagen corporal. 6. En lo que se refiere al análisis de varianza de la insatisfacción con la imagen corporal y las diferentes variables estudiadas, encontramos una relación especialmente significativa entre las variables clínicas (sintomatología depresiva, sintomatología ansiosa, perfeccionismo, autoestima y autoacepatación), con la insatisfacción con la imagen corporal, al igual que con la actitud hacia el propio cuerpo. 7. En relación a las funciones ejecutivas solo se confirma la hipótesis respecto al control emocional, en el sentido de que existen diferencias estadísticamente significativas entre el control emocional y la insatisfacción con la imagen corporal. Sin embargo, no aparecieron resultados significativos de los procesos hot and cool respecto a su relación con la insatisfacción con la imagen corporal. BIBLIOGRAFÍA MÁS RELEVANTE: Cash, T.F. & Pruzinsky, T. (2002). Body image: A handbook of theory, research, & clinical practice. New York: The Guilford Press. Cash, T.F. & Strachan, M.D. (2002). Cognitive behavioral approaches to changing body image. In T.F.Cash & T. Pruzinsky (Eds.), Body Image: A Handbook of Theory, Research, and Clinical Practice (pp. 478-486). NY: Guilford Press. Cash, T.F. (2002). The management of body image problems. In C. Fairburn & K. Brownell (eds.), Eating Disorders and Obesity: A Comprehensive Handbook (2nd Edition) (pp. 599-603). Guilford Press. Cash, T. F., Melnyk, S. E. & Hrabosky, J. I. (2004). The assessment of body image investment: An extensive revision of the Appearance Schemas Inventory. International Journal of Eating Disorders, 35(3), 305-316. Cash, T.F. (2011). 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