Estudio de tierras agrícolas abandonadas en ambiente mediterráneo semiáridoVegetación, suelos y distribución espacial. Bases para la gestión

  1. CAÑADAS SÁNCHEZ, EVA MARÍA
Dirigida por:
  1. Francisco Bruno Navarro Reyes Director/a
  2. Francisco Valle Tendero Director/a

Universidad de defensa: Universidad de Granada

Fecha de defensa: 22 de febrero de 2008

Tribunal:
  1. Juan Francisco Mota Poveda Presidente/a
  2. Emilia Fernández Ondoño Secretario/a
  3. Cristina Montiel Molina Vocal
  4. Joaquín Molero Mesa Vocal
  5. Daniel Sánchez Mata Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

La tesis analiza las características, en cuanto a flora, vegetación y suelos de los cultivos abandonados de la depresión semiárida de Baza, y las relaciones que se establecen entre ellas, así como su distribución espacial, con el fin último de proporcionar herramientas válidas para la planificación territorial. El estudio se estructuró en diversos capítulos. El primero se dedicó al estudio botánico de las tierras abandonadas. El estudio de la vegetación se realizó según la metodología fitosociológica y como resultado se identificaron 7 comunidades perennes, dos de ellas integrantes de la clase Sarcocornietea fruticosae y el resto de Pegano-Salsoletea. La estrecha relación existente entre la Fitosociología y la Directiva Hábitat (92/43/CEE) permitió identificar los hábitats de interés comunitario presentes y realizar una valoración ambiental de las tierras objeto de estudio. Los datos de flora obtenidos en las diversas etapas de campo se integraron en un catálogo de especies, su información se empleó para identificar las principales características florísticas de los cultivos abandonados del territorio y reconocer los recursos botánicos más interesantes. El segundo capítulo se dedicó al análisis espacial de las tierras agrícolas abandonadas, considerando las comunidades vegetales reconocidas en la primera sección. La fotointerpretación del territorio a partir de las ortoimágenes correspondientes al SIG Oleícola Español, constituyó la base para el desarrollo de este capítulo. Dentro del área de estudio se seleccionó una amplia zona que concentraba más del 60% de la superficie cartografiada para realizar un análisis en detalle. En este espacio se visitaron todas las unidades abandonadas y en cada una se registró la comunidad o comunidades presentes. Como resultado se obtuvo una cobertura digital, con su correspondiente base de datos asociada. Esta información se empleó para la elaboración de mapas de distribución de usos y comunidades, para cuantificar la superficie agrícola abandonada y conocer su ordenación en el espacio, También la distribución y superficie de cada comunidad se empleó para analizar las relaciones espaciales entre las distintas formaciones vegetales. Se dedicó un tercer capítulo al análisis cuantitativo de las características florísticas y edáficas de los distintos tipos de cultivos abandonados, diferenciados en función de su vegetación, y de las relaciones suelo-vegetación que se establecían. Como base para este estudio se llevaron a cabo muestreos florísticos de cada asociación y en cada parcela estudiada se obtuvieron muestras de suelos en las que se analizaron diversos parámetros edáficos. Se emplearon diversos tipos de herramientas estadísticas para el tratamiento de los datos. Como resultado del análisis de conglomerados se comprobó que las muestras tomadas se agrupaban claramente según las comunidades previamente reconocidas. Se detectaron diferencias significativas entre las distintas comunidades para todas las variables florísticas analizadas y para prácticamente todas las variables edáficas. Los análisis de correspondencia ordenaron igualmente las muestras en las comunidades identificadas, y ponían de manifiesto que existía una elevada variación florística entre comunidades y que una importante proporción de esa variación era explicada por las variables edáficas medidas. Las variables que justificaban las diferencias florísticas se relacionaban principalmente con la humedad y salinidad, así como con el contenido en gravas. Para finalizar, en la discusión general, se proponían diversas opciones de gestión relacionadas con los resultados obtenidos que permitieronlocalizar y cuantificar zonas de interés para su protección, áreas con limitaciones para el cultivo por salinidad, espacios apropiados para la potenciación del pastoreo, para la recuperación de la actividad agrícola tradicional o para la producción de recursos botánicos. Además, gracias a las características bioindicadoras de especies y comunidades, los resultados podrían emplearse con otros fines como el de cartografíar suelos.