Nivel de información, opinión y actitudes personales de los estudiantes de ciencias sociales y de la salud de la Universidad de Castilla La Mancha (Campus de Ciudad Real) ante la donación y el trasplante de órganos

Zusammenfassung

España ocupa una posición de privilegio en el mundo dentro del campo de la donación y trasplante de órganos. Las ratios de donaciones que se registran en nuestro país, así como el número de intervenciones y la excelente calidad de los equipos profesionales que intervienen en este proceso se encuentran efectivamente entre los más destacados del mundo. Asimismo, nuestro modelo organizativo (conocido como spanish model) ha revelado ser un modelo de éxito, capaz de optimizar la gestión del proceso de donación y trasplante y, de hecho, ha sido estudiado y adoptado por muchos otros países. Todo ello aconseja estudiar con detalle cuáles puedan ser las actitudes sociales que están determinando esa evolución, especialmente en el caso de comunidades como Castilla-La Mancha, que tradicionalmente han estado por debajo de las ratios de excelencia nacionales. Ciudad Real es una de las principales ciudades de esta Comunidad y alberga un tipo de población (estudiantes de Ciencias de la Salud, y diversas Ciencias Sociales) cuyas opiniones pueden tener una clara repercusión sobre este campo, tanto como futuros profesionales directamente implicados en el proceso, como en su papel de plausibles prescriptores de opinión. La carencia de una información suficiente, así como la excelente consideración de tanto de esta técnica terapéutica como de los donantes son las conclusiones más inmediatas que se desprenden de nuestro estudio. Pero son problemas que, al mismo tiempo, deberíamos contemplar como grandes oportunidades para mejorar el número de donaciones y, por tanto, de trasplantes de órganos. En este sentido, los participantes en la encuesta admitieron que los dos mayores obstáculos para convertirse en donantes de órganos son, en primer lugar, la ignorancia acerca del procedimiento administrativo y, en segundo lugar, el temor a un error en el diagnóstico de muerte. Resulta evidente que con una información adecuada ambos obstáculos serían removidos, de modo que podría esperarse un aumento significativo de la ratio de donaciones, toda vez que una amplísima mayoría mostró su predisposición a ello. La responsabilidad de la Universidad en tal empeño es evidente, sobre todo teniendo en cuenta que gran parte de la muestra estaba constituida por estudiantes de disciplinas directamente relacionadas con el proceso de donación y trasplante. Pensamos que, a la vista de la reconocida pobreza informativa, los esfuerzos de los centros por dar a conocer esta técnica terapéutica no han gozado hasta ahora del éxito que hubiera sido deseable, por lo que sería aconsejable repensar los mensajes enviados y los medios utilizados para hacerlos llegar a nuestro público objetivo, es decir, a los estudiantes. Aspectos tan medulares como la ausencia de aliciente económico alguno para ninguna persona implicada en el proceso de donación y trasplante, o que sean meros criterios clínicos los que decidan la asignación de los órganos extraídos, son al mismo tiempo los establecidos por la ley y los mantenidos por una amplia mayoría de los entrevistados. Coincidencia que se extiende a la opinión de que el destino de los órganos extraídos trascienda el ámbito geográfico más inmediato. Las negativas familiares a la extracción continúan siendo elevadas y además presentan una ligera tendencia al alza en los últimos años.