Prevalencia y valor diagnóstico de ondas Q, ondas T negativas y duración del qrs, en pacientes con Miocardiopatía Hipertrófica y con hipertrofía ventricular y relación entre las técnicas de imagen en el diagnóstico de estas entidades

  1. Gaebelt Slocker, Hans Paul
Dirigida por:
  1. Jerónimo Farré Director/a

Universidad de defensa: Universidad Autónoma de Madrid

Fecha de defensa: 05 de julio de 2017

Tribunal:
  1. Rodolfo Álvarez Sala Walther Presidente/a
  2. Miguel Garzón García Secretario/a
  3. Laura Sanz Sánchez Vocal
  4. Luis Antonio Álvarez-Sala Walther Vocal
  5. Ángel Grande Ruiz Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

Introducción: Aunque el ECG de la miocardiopatía hipertrófica (MCH) desempeña un papel importarte en la sospecha diagnóstica de esta entidad, incluso antes de que el paciente pueda presentar el fenotipo morfológico de hipertrofia que la define, las guías de práctica clínica de las sociedades norteamericanas (AHA y ACC) no mencionan ni el valor del ECG, ni cuáles son las anomalías electrocardiográficas más comunes en estos pacientes. Las guías europeas de la European Society of Cardiology tampoco indican cuál es su valor diagnóstico ni su capacidad para discriminar pacientes con MCH de otras entidades que puedan cursar con aumento de espesor de la pared ventricular izquierda. Los criterios diagnósticos admitidos para esta entidad son morfológicos y descansan en la identificación de espesores anormalmente aumentados de segmentos ventriculares izquierdos puestos de manifiesto mediante técnicas de imagen, esencialmente el ecocardiograma 2D (ECOCG) y la cardio resonancia magnética (RM). Las guías antes aludidas no dan información sin embargo acerca de cuál de ambas técnicas de imagen es la mejor para establecer el diagnóstico, ni tampoco informan de si existe correspondencia entre las mediciones obtenidas con ambas metodologías. Objetivos: Analizar si existen ciertos criterios electrocardiográficos que permitan distinguir una MCH de pacientes con hipertrofia ventricular simple debida a sobrecarga de ventrículo izquierdo y analizar la correspondencia entre los espesores medidos mediante ECOCG y RM en una serie de pacientes con MCH examinados mediante ambas técnicas de imagen Material y métodos: Se han identificado a partir de la base de datos de la unidad de Ecocardiografía de un hospital terciario, pacientes que habían sido diagnosticados de MCH según criterios morfológicos establecidos por las guías europeas y de Hipertrofia ventricular izquierda en sujetos con algún tipo de sobrecarga de esta cavidad. Se ha llevado a cabo un análisis muy detallado de múltiples parámetros electrocardiográficos intentando buscar datos o combinaciones de datos que permitan diferenciar ambos tipos de hipertrofia ventricular. Además, en un subgrupo de población de pacientes con MCH sometidos a examen ECOCG y mediante RM se ha intentado establecer la correspondencia entre los espesores ventriculares y fracción de eyección medidos mediante ambas técnicas. Además, se ha buscado la correlación de la presencia de realce tardío con gadolinio y ciertos parámetros electrocardiográficos. Resultados y conclusiones: los valores proporcionados por el ECOCG son mayores que los determinados por RM en sujetos con grosores <15 milímetros en el septo IV; por el contrario, la RM muestra espesores mayores que los medidos con ECOCG cuando el espesor septal es igual o mayor de 15 milímetros. Por otro lado se ha visto que en la pared posterior del ventrículo izquierdo, el ECOCG proporciona espesores mayores que la RM en todos los casos. Los pacientes con MCH muestran un QRS más ancho que los pacientes con HVI tanto en derivaciones del plano frontal como en el horizontal. Respecto a los parámetros electrocardiográficos hay que destacar que La onda Q presenta una profundidad significativamente mayor en pacientes con MCH que en sujetos con HVI en las derivaciones I y V4, además, su duración es significativamente mayor en pacientes con MCH que en sujetos con HVI en las derivaciones aVL, V4 y V5. Respecto a la onda T se ha observado que la presencia de una onda T negativa en I, II, aVL, V2, V4, V5 o V6 sugiere significativamente la sospecha de MCH en lugar de HVI; la profundidad de las ondas T negativas en estas derivaciones es también significativamente mayor en la MCH que en la HVI. Finalmente se ha observado en este trabajo que La presencia de una onda T negativa > 1.1 mm en III muestra una probabilidad del 85% de padecer MCH frente a HVI simple, si sumamos una onda T negativa > 0.8 mm en V2 la probabilidad es del 96% y si además sumamos una T negativa > 0.9 mm en aVL la probabilidad estimada es del 99%.