La responsabilidad social empresarial, como modelo de gestión para el fortalecimiento y desarrollo de las relaciones laborales en Colombia
- JARAMILLO ARANGO, ISABEL CRISTINA
- Antonio Pedro Baylos Grau Zuzendaria
- Margarita Barañano Cid Zuzendarikidea
Defentsa unibertsitatea: Universidad de Castilla-La Mancha
Fecha de defensa: 2011(e)ko otsaila-(a)k 18
- Joaquín Aparicio Tovar Presidentea
- Amparo Merino Segovia Idazkaria
- Fátima Guadamillas Gómez Kidea
- Gemma Fabregat Monfort Kidea
- Carlos Luis Alfonso Mellado Kidea
Mota: Tesia
Laburpena
La importancia que se le ha dado en los últimos años a la Responsabilidad Social Empresarial (RSE), de forma dinámica en la Unión Europea y de un desarrollo más lento en el resto del mundo especialmente en América Latina, ha hecho que se formule una hipótesis de trabajo especialmente para Colombia, en la que podría la RSE ser un instrumento fundamental que ayude a fortalecer los derechos laborales en Colombia, sabiendo que en dicho país hay una alta tasa de incumplimiento de la norma laboral. La RSE puede desde su ámbito interno introducir una serie de contenidos y elementos jamás tenidos en cuenta dentro de las relaciones laborales y con base en ello fortalecer las mismas. La RSE forma parte del paisaje de un mundo globalizado en el que las reglas han ido cambiando de forma acelerada y sin orden lógico, paulatino y decantado. Como un concepto liquido ha logrado apropiarse lentamente en el transcurso del tiempo de los vacios dejados por la globalización y ha sido generado desde las grandes figuras económicas de ese espacio global, las Empresas Transnacionales y desde las instituciones internacionales entre otras: Naciones Unidas, Organización Internacional del Trabajo, y también Organización para la Cooperación Económica y Social, La Unión Europea, Banco Mundial y su Corporación Financiera Internacional. La creación de principios y normas, con la categoría de soft law, que ayudan y propicia la autoregulación privada y voluntaria del ámbito empresarial con el fin de prevenir los riesgos que ellas mismas generan como consecuencia de sus actividades productivas y de los impactos negativos que a nivel económico, social y medioambiental pudieren presentarse ha sido el caldo de cultivo de la RSE. La RSE es interdependiente y está intrínsecamente unida a la globalización en sus formas y principios, que dan sentido a conceptos tan determinantes como: ciudadanía, sostenibilidad, gobernanza, stakeholders y accountability o rendición de cuentas. El reto que tienen las empresas es el hacer realidad desde la acción una visión positiva de la RSE, es decir, una buena relación con sus grupos de interés -stakeholders- donde haya una participación y comunicación permanente, la vivencia de valores traducida en el respeto de las reglas de juego de todos y cada uno de ellos, lograr desde la cotidianidad de la empresa su plena acción responsable ante la sociedad, teniendo en cuenta sus valores y principios, y rindiendo cuentas públicamente de su actuación, lo que se conoce como accountability, que es ante todo oportunidad, la oportunidad de configurar un proceso de aprendizaje que expresa y reelabora la visión de futuro de una empresa. Como proceso, define el tipo de empresa que se quiere construir y la contribución que se pretende que dicha empresa haga a la sociedad: eso es lo que se desprende de modo como una empresa rinde cuentas de sus actuaciones. La RSE ha logrado insertarse en las agendas políticas de organismos e instancias supranacionales y hoy se contempla un diálogo más amplio y profundo en materias como la misma gobernanza mundial, la transparencia, la importancia del medio ambiente y el desarrollo sostenible o del comportamiento de las empresas en el cumplimiento de los derechos humanos y laborales. El protagonismo y aporte de la sociedad civil, especialmente de las organizaciones sin ánimo de lucro e instituciones sociales han sido fundamentales en el despertar de una nueva consciencia de respeto por parte de las empresas en el cumplimiento de los derechos humanos y sociales, con denuncias y campañas formuladas contra actividades empresariales poco responsables. Los Estados-nación, no han sabido o no han querido entender que su papel es importante y esencial en la construcción política y social que la RSE necesita; el fenómeno de la globalización ha hecho ver la necesidad de la creación de alianzas publico-privadas para la ejecución de proyectos que generen impactos positivos para la comunidad que persigan su bienestar. Cada comunidad tiene sus propias peculiaridades, pero bien es cierto que muchas de ellas se encuentran en un estado de indefensión por razones, económicas, políticas, geográficas o de cualquier otra, por ello es conveniente que los Estados se involucren de forma activa y desde sus políticas públicas la RSE tenga un papel preponderante y decisorio, tanto más cuanto que el Estado es un ente legitimado democráticamente para articular las reglas que determinan una RSE, más igualitaria, más equitativa, más cohesionadora y más justa, es decir al alcance de la ciudadanía, de las comunidades y de las poblaciones, que no sea percibida como exclusiva de un grupo, club o élite muy reducido que detenta el poder privado y toma decisiones políticas unilaterales que afectan derechos económicos, sociales y ambientales de alcance global.