El inicio del constitucionalismo en México

  1. López Sánchez, Eduardo Alejandro
Dirigida por:
  1. Feliciano Barrios Pintado Director
  2. José Luis Soberanes Fernández Director/a

Universidad de defensa: Universidad de Castilla-La Mancha

Fecha de defensa: 15 de diciembre de 2014

Tribunal:
  1. Francisco Javier Díaz Revorio Presidente/a
  2. Carmen Losa Contreras Secretaria
  3. Juan Carlos Domínguez Nafría Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

El sencillo trabajo pretende mostrar un panorama general sobre el inicio del constitucionalismo en la Independencia de México, particularmente a finales del siglo XVIII y principios del XIX, que busca encontrar, en el pensamiento jurídico de la época, las raíces y argumentos esgrimidos por novohispanos para sentirse y declararse independientes de la metrópoli, desde el periodo de incubación y desarrollo de las ideas del racionalismo jurídico, que permitió concebir el mundo de una manera distinta y luego el lapso de la vacancia del trono español hasta la Constitución de Apatzingán. Iniciamos con las ideas ilustradas en que se apoyaron los actores de la independencia para construir los argumentos que se plasmaron en los textos constitucionales. Se recogen las ideas de autores clásicos de la época a fin de mostrar lo mejor que estos pioneros aportaron al conocimiento de personajes claves en el proceso de Independencia y en la historia constitucional mexicana. Continuamos con el hecho trascendental de la vacancia del trono español, que es el detonador del constitucionalismo mexicano, en esta parte son otros los autores a mencionar, toda vez que algunos de ellos recibieron las ideas ilustradas durante su formación. También hacemos referencia a la Soberanía en los momentos históricos donde los acontecimientos se sucedían de manera vertiginosa en lo anhelos de libertad de la población del virreinato. Después de la muerte de Hidalgo, hacemos mención a las juntas realizadas en el viejo continente y en la Nueva España, así como del surgimiento de otros caudillos y pensadores que sustentaron sus propuestas, algunos de manera tímida y otros de forma abierta sobre la idea de independencia. También mencionamos el relato de los hechos ocurridos en España y México en lo referente a los previos de la Constitución de Apatzingán y, por supuesto, hacemos referencia a Los Sentimientos de la Nación. Como es sabido que el Congreso funcionó en contra de todas las adversidades imaginables y redactó un documento que hoy en día todavía conmemoramos. Posteriormente abordamos la Constitución de Apatzingán, que fue el Decreto Constitucional para la Libertad de la América Mexicana, se menciona a los principales conceptos desarrollados en la Constitución, así como algunos nombres trascendentales que participaron en su elaboración e incluso en la redacción del texto. Por último, hacemos referencia al Plan de Iguala, ubicamos el contexto en que se produjo y la situación a la que respondió, toda vez que con él se cierra un capítulo del antiguo régimen y abre el del Estado que surgirá. Se pretende analizar el inicio de la historia del constitucionalismo mexicano, tratando de ubicar el contexto de los hechos ocurridos, para ver a que situaciones respondían. El derecho constitucional mexicano es producto de la historia que lo ha forjado, por ello es importante su estudio, para poder entenderla y estar en posibilidades de explicarla. Los sucesos a finales del siglo XVIII, en el virreinato de la Nueva España, permitirán entender lo que sucedería después, que es el movimiento de 1810 iniciado por Miguel Hidalgo y continuado por José María Morelos y, posteriormente, la proclamación de Agustín de Iturbide, seguida de la fundación del imperio mexicano. En México el cambio de Antiguo Régimen a Estado de Derecho, para muchos no ha concluido, sin embargo, con el propósito de establecer parámetros en nuestra historia, debemos mencionar que este movimiento se identifica con nuestra independencia y lo aprovechamos para realizar una explicación lo más clara posible. La independencia es un concepto político que implica una ruptura generalmente violenta. Independizarse es romper por medio de la fuerza un vínculo entre dos sujetos políticos desiguales, en el que uno ocupa un lugar de dominio y superioridad, y el otro, de inferioridad y sumisión. Quiero concluir diciendo que son tantas y tan variadas las personas de las cuales soy deudor de una profunda y sincera gratitud, que siempre estaría en riesgo de ser injusto al omitir algún o algunos nombres, por ello, en esta oportunidad quiero expresarlo a todos aquellos que me han brindado su apoyo en los últimos cinco años de mi vida profesional; a todas mis amigas y amigos y, por supuesto, a mi familia. Gracias. Una gratitud que es importante resaltar es a la Universidad Nacional Autónoma de México, ahí donde he encontrado a mis mejores amigas y amigos, mi casa, donde he crecido y formado desde el bachillerato, donde ha sido posible materializar mis ilusiones, esperanzas y anhelos, mi porvenir académico y laboral. Gracias. Es importante destacar mi afecto, agradecimiento y reconocimiento a la Universidad de Castilla-La Mancha, donde me brindaron el apoyo y la confianza en la culminación de este trabajo para estar en posibilidades de optar por el grado y así poder continuar el camino a la siguiente meta. CONTENIDO DE LA INVESTIGACIÓN CAPÍTULO PRIMERO La Ilustración y el pensamiento novohispano de finales del siglo XVIII. I. La Ilustración. II. La ilustración en la Nueva España. III. Francisco Xavier Clavijero. IV. Francisco Javier Alegre. V. Juan Benito Díaz de Gamarra y Dávalos. VI. Miguel Hidalgo y Costilla. CAPÍTULO SEGUNDO Situación en España y México a principios del siglo XIX. I. La influencia para el cambio. II. Situación en España y su impacto en la Nueva España. III. La Soberanía popular en la Nueva España. IV. Recapitulación de los hechos ocurridos durante julio-septiembre de 1808. V. El pensamiento de Francisco Primo de Verdad y Ramos. VI. El pensamiento de Melchor de Talamantes. CAPÍTULO TERCERO La Junta Central Suprema de España y la Junta de Zitácuaro. I. El surgimiento de la Junta Suprema de España. II. La junta de Zitácuaro. III. Los "Elementos Constitucionales" de Rayón. IV. El pensamiento del doctor Cos. CAPÍTULO CUARTO El Congreso de Chilpancingo o de Anáhuac. I. El Congreso de Chilpancingo, preparativos. II. Inicio del Congreso. III. Los Sentimientos de la Nación. CAPÍTULO QUINTO La Constitución de Apatzingán. I. José María Morelos y Pavón. II. El texto constitucional. III. Carlos María de Bustamante. IV. Andrés Quintana Roo. V. José Manuel de Herrera. VI. Impacto. CAPÍTULO SEXTO El Plan de Iguala. I. Iturbide y la Independencia. II. El Plan de Iguala. III. Aportaciones del Plan. CONCLUSIÓN El constitucionalismo moderno es la formalización jurídica del tránsito del absolutismo del Antiguo Régimen al Estado liberal y democrático de derecho; tránsito que se obtiene gracias a la Revolución Burguesa (no necesariamente cruenta). Para México, la Revolución Burguesa coincide con su Guerra de Independencia, toda vez que estuvo sustentada en los principios y valores de la Ilustración, mismos que dan fundamento al constitucionalismo moderno; particularmente al principio de soberanía popular y el reconocimiento de la libertad natural como derecho fundamental del ser humano. El planteamiento de la soberanía popular en la Nueva España a principios del siglo XIX, estando a un paso de desaparecer como casa reinante la dinastía Borbón, no solamente era un postulado provocativo, pues daba sustento a la emancipación del virreinato novohispano respecto de la Península Ibérica, sino que daba pie al inicio del constitucionalismo en México. Afirmar, como lo hace el padre Francisco Javier Alegre, que la autoridad de los reyes viene dada por la comunidad, la cual funge como auténtica sede de la soberanía, implica, por un lado, que el gobernante ha de buscar el bien común de sus gobernados y, por el otro, que llegado el caso en que este rey solamente buscara su beneficio personal, la comunidad tiene la autoridad suficiente para destituirlo. Si en épocas anteriores se había considerado que el rey sólo respondía por sus acciones ante Dios y su conciencia. Ahora era lo contrario, el rey lo es por mandato de la comunidad, por lo que su libertad, así como su poder, ha de dirigirse primordialmente a la protección y fomento del bien común de la sociedad sobre la que gobierna. En el pensamiento del padre Francisco Javier Alegre tenemos las bases teóricas para justificar que la autoridad política pertenece al pueblo y, pese a transmitirlo al gobernante, llegado el caso en que éste se volviera tirano o desapareciera, volvería naturalmente al mismo pueblo, lo cual, servirá de fundamento a los insurgentes de principios del siglo XIX y al incipiente constitucionalismo mexicano. Como consecuencia lógica, para el caso de que un rey legítimo fuera destituido y suplantado por otro que, no hubiese sido consentido por el pueblo, en ese momento la soberanía legítima volvería a su sede originaria, el pueblo. Esta historia, como lo sabemos, ocurrió en 1808 en el Imperio español, y particularmente en la Nueva España, en donde un grupo de criollos, encabezados por los abogados Primo de Verdad y Juan Francisco Azcárate, argumentaron este mismo criterio. Díaz de Gamarra fue un hombre preocupado por la educación de la juventud, por ello buscó innovar en los métodos pedagógicos y en el contenido de la enseñanza. Decidió aplicar la filosofía moderna en lugar de la medieval, aún cuando no se separó por completo de ésta, la que intento oxigenar o refrescar con la ilustración. El nativo de Zamora, Michoacán, fue un filósofo guiado por el afán de la verdad y de dar a su patria una nueva filosofía, basada en los tiempos modernos, que llevaba la semilla del deseo de autonomía, de la desaparición de cualquier sometimiento. Si bien no hemos podido encontrar en la obra de Díaz de Gamarra alguna afirmación donde se desprenda directamente alguna doctrina política o jurídica que haya podido influir en el pensamiento revolucionario, en el método y estilo de sus obras se desprenden corrientes modernas que, de alguna manera, anuncian una revolución intelectual que influirán en las obras de Hidalgo, este último lo llevará a la práctica. A pesar de que Hidalgo no cita ni una sola vez a Díaz de Gamarra, parece imposible que no conociera su obra, toda vez que tuvo una notable influencia en las escuelas y en los ámbitos académicos novohispanos en general, especialmente en Zamora, Pénjamo, Valladolid y San Miguel el Grande. Tanto en Díaz de Gamarra como en Hidalgo se hacen presentes el alejamiento a la metafísica de filiación aristotélico-tomista y el predominio de un método histórico positivo y la ciencia experimental; el espíritu crítico y el rechazo por el argumento de autoridad. Ambos son son parte del movimiento intelectual iniciado por Clavijero y continuado por Alegre, Guevara, y otros más. Es posible que el movimiento reformador de los jesuitas haya influido en Hidalgo en su juventud, toda vez que, en el Colegio de San Nicolás Obispo de Valladolid, fue discípulo de los jesuitas y conoció personalmente a Clavijero. La ilustración en México se vio reflejada en el aspecto de una confianza en el entendimiento y en las ciencias positivas y experimentales, por lo que se refiere al agnosticismo y el naciente materialismo de los enciclopedistas no hubo tal influencia. Se puede decir que fue una ilustración con matiz cristiano. La actuación de Ignacio López Rayón, en nuestro movimiento de independencia, se puede considera de gris o poco afortunado, como caudillo militar no realizó un papel destacado, Cuando Hidalgo le cedió el mando, tuvo un rival que no lo dejó destacar, el Generalísimo Morelos. Rayón como estadista y creador de instituciones, no dio buenos resultados, es probable que su peor error haya sido su actitud vacilante con relación a la emancipación de España, situación en la que nunca se pronunció en forma clara por la independencia. Sin embargo, fue el primero caudillo en pretender dar forma político constitucional a nuestra patria con sus ya famosos Elementos. El Dr. Cos, figura poco reconocida por la historia, que debemos recordar como el primero o de los primeros pensadores que dieron fundamento a nuestro movimiento de independencia y, además de su valentía en el campo de batalla, su amor por la patria en donde nació y sus ideales, que a unos meses de su muerte se materializarían. El abordaje que el texto de Apatzingán hace de la soberanía es muy prolijo, responde a razones históricas, particularmente en el humanismo novohispano de la segunda mitad del siglo XVIII. El hecho es que desde 1808 la citada noción de soberanía popular representaba una especial preocupación de los criollos novohispanos, lo que explica la actitud de los constituyentes de Apatzingán. El "Decreto Constitucional para la Libertad de la América Mexicana" conocido como la "Constitución de Apatzingán", aborda el tema de los derechos humanos de manera importante y muy avanzada para su época, como es el caso de la igualdad, seguridad, propiedad y libertad. La íntegra conservación de estos derechos fundamentales es el objeto de la institución de los gobiernos y el único fin de las asociaciones políticas, tienen repercusión y siguen siendo desarrollados hasta nuestros días. Asimismo, ligado al pensamiento ilustrado francés. Todos los autores citados para este trabajo, concuerdan en que son muy pocos los datos con que contamos para conocer a fondo el Congreso de Chilpancingo y los textos fundamentales que ahí se produjeron, quizá por ello algunos autores sólo aportan datos aproximados. Por ello, todos concluyen que el trabajo definitivo de la Constitución de Apatzingán está por hacerse. La "Constitución de Apatzingán", pese a lo que representa para los mexicanos, nunca entró en vigor y no fue tomada en cuenta en los primeros momentos del México Independiente. En nuestro movimiento de independencia, comprendido de 1810 a 1821, se presentan dos momentos, el primero, que se inicia el 16 de septiembre de 1810 con el Grito de Dolores por don Miguel Hidalgo y Costilla y finaliza con la muerte del Generalísimo José María Morelos y Pavón el 22 de diciembre de 1815, con un claro matiz popular y nacionalista, convocado y dirigido por sacerdotes católicos. El segundo momento, el 27 de septiembre de 1821, con la consumación de la Independencia, a cargo del controvertido coronel Agustín de Iturbide y Arámburu, con una visión opuesta al del primer momento toda vez que se instaura el primer imperio en México, visión del conservadurismo mexicano. Este movimiento no sólo estaba encaminado a obtener la independencia de España, sino que también estaba aparejado con la soberanía popular, inicio y justificación del movimiento, y la construcción de un Estado a partir de una ley fundamental. El "Plan de Iguala" no tuvo buena aceptación por su corte conservador, sin embargo, fue el instrumento normativo que fundamentó el actuar del Ejército Trigarante hasta la consumación de la Independencia y de las autoridades nacionales durante los dos años siguientes a la emancipación, por ello, es la causa formal y, por ende, el origen del Estado mexicano. Con este Plan se cierra el antiguo régimen de la Nueva España y se abre el México independiente. Por todo lo antes expuesto y por lo que representan los personajes que se mencionan en este trabajo, expresamos palabras de asombro, gratitud y admiración para esa ilustre generación.