Alfabetización, lecturas y bibliotecas en la Granada del siglo XVIII
- Ramiro García, Francisco
- Inmaculada Arias de Saavedra Alías Director/a
Universidad de defensa: Universidad de Granada
Fecha de defensa: 14 de julio de 2017
- Miguel Luis López-Guadalupe Muñoz Presidente/a
- Francisco Sánchez-Montes González Secretario/a
- María Ángeles Pérez Samper Vocal
- Gloria Ángeles Franco Rubio Vocal
- Margarita Torremocha Hernández Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
La cultura escrita de una sociedad se puede analizar averiguando las prácticas de los lectores reales y potenciales de una comunidad determinada. En esta tesis se han investigado las diversas parcelas que intervenían en este proceso. En primer lugar se examina la extensión de la alfabetización en la Granada del siglo XVIII, así como las vías que propiciaban dicho procedimiento, abordando la situación de la enseñanza no universitaria en dicho entorno, también se analiza la dimensión de la lectura a través de la posesión del libro y como colofón se estudian las bibliotecas particulares. Estas son las tres partes bien diferenciadas de este trabajo, que se estructura en tres amplios capítulos. El objetivo principal de este estudio es aproximarnos a la situación socio-cultural de la Granada del siglo XVIII, tratando de conocer las características y dimensiones de la lectura en este contexto. El primer capítulo estudia la alfabetización. Para obtener los niveles de alfabetización de la Granada de principios, mediados y finales de esta centuria he partido del estado de la cuestión y he recogido información teniendo en cuenta un marco temporal concreto, en este caso las dos décadas que constituían cada uno de los tres periodos asignados, con una muestra de firmas variable dependiendo de la población que había en esta localidad en ese momento. Se han empleado fórmulas estadísticas para establecer la población representativa en cada periodo y analizado más de 1300 firmas recogidas en escrituras de protocolos. Las firmas se han examinado cuantitativa y cualitativamente, distribuyéndolas por género, categoría socio-profesional y por parroquias. Se ha prestado también atención diferenciada al estudio de la alfabetización de la población inmigrante. El segundo capítulo se dedica a la enseñanza y se divide en dos partes: la primera hace un recorrido por la situación de la educación no universitaria en la España del XVIII y la segunda se refiere a la implantación de dos relevantes agentes educativos en el Reino de Granada, los maestros de primeras letras y los preceptores de Gramática. El marco temporal que se ha abarcado es la mitad del siglo XVIII, único periodo que permiten las fuentes debido a la inexistencia de estadísticas o censos sobre este aspecto en otro momento de la centuria. Se han obtenido valiosos datos proporcionados por cinco de las cuarenta respuestas generales del Interrogatorio del Catastro de Ensenada relativos al Reino de Granada. No solo se ha analizado la presencia de estos educadores en determinadas poblaciones sino también su reconocimiento social a través de sus salarios, fórmulas y tratamientos de cortesía, así como los variados oficios que se vieron obligados a simultanear en caso de un salario bajo. El capítulo tercero, el último y más amplio, culmina el proceso de iniciación y uso de la cultura escrita en la Granada del siglo XVIII. En esta fase se abarca la posesión de libros en esta población. El capítulo se divide, después de abordar diversas cuestiones historiográficas y metodológicas previas, en dos partes: la primera de dedica a los lectores y la segunda a las lecturas. Se han analizado los conjuntos de libros de 127 individuos según género y categorías socioprofesionales fundamentalmente. Igualmente se han subrayado los lectores más avezados que se han incluido en el apartado de bibliotecas singulares. Además se han examinado otros elementos relevantes de estos conjuntos de libros como su temática, tamaño, ubicación y valor, aludiéndose a las lecturas más demandadas por el público lector granadino. Para el desarrollo de este capítulo se han revisado 544 protocolos del AHPrGr y obtenido los conjuntos de libros de diferentes escrituras notariales, la mayor parte de inventarios post mortem. Se han recogido determinadas variables, que se han combinado y relacionado para obtener resultados lo más satisfactorios posibles. Ante variables incompletas o inexistentes se han empleado compendios o recopilaciones bibliográficas como el Manual del librero hispanoamericano de Palau y el Catálogo colectivo de patrimonio bibliográfico español. Una vez recogidos y analizados pormenorizadamente estos datos se plantean dos cuestiones: ¿Leían obras similares los distintos colectivos analizados, especialmente algunos estamentos y el sector femenino? En conclusión se determina que existía una gran desigualdad en la alfabetización de los géneros, categorías socioprofesionales y divisiones administrativas del núcleo de población que estamos estudiando. Igualmente se observan enormes diferencias territoriales, especialmente entre zonas más urbanas y más ruralizadas, con una concentración de agentes educativos en las poblaciones más habitadas y carencias en el resto. Respecto a las lecturas se contempla una enorme hegemonía de obra religiosa frente a otras materias, con un formidable dominio de la literatura barroca. Aparecen muy pocas obras del XVIII, destacando entre todas ellas las de José Boneta o Benito Feijoo. La mayor parte de los granadinos acaparaban pocos libros, la mitad de los conjuntos tenían menos del medio centenar de libros. Se percibe el aumento de la estima hacia el impreso, debido a que sus propietarios prefieren almacenarlos en librerías con estanterías más que en baúles y arcones. También se deduce que adquirían estos impresos principalmente por devoción, para uso profesional o para el propio ocio. Las categorías socioprofesionales con mayor número de conjuntos de libros en la Granada del XVIII eran los eclesiásticos, los comerciantes y los miembros de la Real Chancillería. El trabajo finaliza con un apéndice, complemento indispensable de los tres capítulos, la bibliografía y las fuentes, tanto impresas como documentales.