Evaluación de la eficacia y efectividad de un programa psicoeducativo con orientación cognitivo conductual de intervención familiar grupal en la reducción de hospitalizaciones y mejora de la funcional

  1. BARBEITO RESA, SARA
Dirigida por:
  1. Ana González-Pinto Arrillaga Director/a

Universidad de defensa: Universidad del País Vasco - Euskal Herriko Unibertsitatea

Fecha de defensa: 11 de julio de 2014

Tribunal:
  1. Miguel Gutiérrez Fraile Presidente/a
  2. Sonia Ruiz de Azúa García Secretario/a
  3. Emilio Fernández-Egea Vocal
  4. María Mayoral Aragón Vocal
  5. José Luis Carrasco Perera Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 117764 DIALNET

Resumen

Evaluación de la eficacia y efectividad de un programa psicoeducativo con orientación cognitivo conductual de intervención familiar grupal en la reducción de hospitalizaciones y mejora de la funcionalidad de pacientes con trastorno bipolar en periodo crítico y en la reducción de la carga familiar frente a grupo control.Introducción El trastorno bipolar tiene un efecto de sobrecarga importante en la vida de los pacientes y sus familiares, produciendo una influencia bidireccional. La familia es una de las variables modificables y que se ha relacionado con el pronóstico del paciente afectado por trastorno bipolar.ObjetivosAnalizar el impacto de una intervención grupal multifamiliar psicoeducativa de orientación cognitivo conductual en comparación con un grupo control en el nivel de carga familiar, en evolución funcional y clínica (hospitalizaciones, recaídas, adherencia farmacológica, síntomas, tratamiento farmacológico y consumo de sustancias) de los pacientes a lo largo de los dos años de seguimiento.Método Reclutamos 152 pacientes con trastorno bipolar y a sus familiares, finalmente continuaron en el estudio 148 pacientes y familiares. Los cuidadores fueron asignados aleatoriamente al grupo control (8 sesiones grupales de reunión informal con contenido sanitario) o al grupo experimental (8 sesiones grupalesde terapia psicoeducativa). Se intervino quincenalmente durante 4 meses, únicamente con los familiares, los pacientes no se incluyeron en los grupos. Realizamos 4 evaluaciones (basal, 5 meses, anual y dos años) en las que recogimos datos sociodemográficos y clínicos tanto del paciente como de los familiares, referentes a carga familiar (Escala sobrecarga ECF), funcionalidad (Escala GAF y Escala pronostica Strauss Carpenter), relaciones sociales, trabajo, síntomas (SCID- I y Escala Strauss Carpenter), recaídas, hospitalizaciones por exacerbación de la sintomatología del trastorno bipolar, adherencia al tratamiento (Escala de adherencia Morisky Green), tratamiento farmacológico, y consumo de tóxicos: cannabis, alcohol y otras sustancias (SCID- I y Escala ASI). Los datos fueron analizados usando; Chi cuadrado, U de Mann- Whitney, T de Student), ANOVA, ANCOVA, modelos de regresión lineal y logística y modelos mixtos.Resultados No obtuvimos diferencias significativas basales en las variables clínicas y sociodemográficas de los familiares y de los pacientes, del grupo control y experimental (p > 0,001). Durante el seguimiento encontramos diferencias significativas en la evolución de cada grupo (GE y GC). En referencia a los familiares, evaluamos la carga familiar objetiva: encontrando que en el GE se redujo significativamente más que en el GC (5 meses; U= 2028; p= 0,006, 1 año; U= 1948; p= 0,002), analizándolo longitudinalmente a lo largo de un año también hallamos una reducción significativa del GE y no del GC (ß = -0,017; p= 0,006). En la carga subjetiva, analizada longitudinalmente a lo largo de un año, encontramos una reducción significativa en el GE y no en el GC (ß = -0,017; p= 0,003). También se redujeron los perjuicios percibidos por losfamiliares del GE y no del GC (5 meses; ¿2= 17,902; p= <0,001), mejorando también la percepción de beneficios derivados de la enfermedad de su familiar (5 meses; ¿2= 12,751; p= 0,002). Tras la intervención y en referencia a los resultados de los pacientes cuyos familiares asistieron al GE o al GC, encontramos una mejora de la funcionalidad en el GE y no en el GC (5 meses; U= 1340; p= 0,000; 1 año; U= 1244; p= 0,000), aumentando en el GE la frecuencia de las relaciones sociales significativamente (5 meses; ¿2= 9,667; p= 0,008) y el estado laboral (5 meses; ¿2= 12,947; p= 0,002). Encontramos resultados significativos al analizar la funcionalidad longitudinalmente a lo largo de un año, mejorando los pacientes cuyos familiares pertenecían del al GE y no los del GC (ß =1,349; p= 0,001). Encontramos también una mejora notable de la sintomatología en el GE (5 meses; ¿2= 34,189; p= 0,000) y del funcionamiento global (5 meses; ¿2= 35,974; p= 0,002). Señalar que las recaídas se redujeron tras la intervención significativamente en el GE comparando con el GC (5 meses; ¿2= 6,851; p= 0,009), desapareciendo las diferencias entre grupos en la evaluación del año (¿2=3,723; p=0,054). En cuanto a las hospitalizaciones, el GE no tuvo ninguna durante los 5 meses de la intervención, mientras que los del GC tuvieron un 27,8% (5 meses; ¿2= 24,410; p= 0,000) manteniéndose a largo plazo las diferencias significativas (anual; ¿2= 36,530; p= 0,000) (2 años; ¿2= 34,110; p= 0,000). En relación a la adherencia farmacológica, tras el tratamiento, el 81,6% del GE y el 41,9% del GC tuvieron buena adherencia (¿2=25,511; p=0,000). No hubo diferencias entre grupos en el tratamiento farmacológico administrado a los pacientes en ninguna de las evaluaciones (basal, 5 meses, anual y dos años), ni en el consumo de tóxicos y de alcohol.Conclusiones La intervención psicoeducativa grupal familiar de orientación cognitivo conductual (Programa PROTEC) aquí planteado mejora la carga familiar a lo largo de la intervención, especialmente la objetiva, mejorando también la percepción de los familiares de las consecuencias, tanto positivas como negativas, derivadas de la enfermedad de los pacientes bipolares. Asimismo, los pacientes cuyos familiares asistieron al grupo de intervención, mejoraron la funcionalidad y funcionamiento global a lo largo de un año, aumentaron la frecuencia de contactos sociales y mejoraron la actividad laboral, mejoraron la adherencia al tratamiento farmacológico, teniendo también una sintomatología significativamente más ligera. Además redujeron considerablemente las hospitalizaciones durante dos años de seguimiento.