Formación del profesorado y atención a las personas con discapacidad intelectual en afectividad y sexualidad

  1. Jiménez de la Hoz, Carmen
Dirigida por:
  1. José Luis Aguilera García Director

Universidad de defensa: Universidad Autónoma de Madrid

Fecha de defensa: 10 de abril de 2018

Tribunal:
  1. Pilar Gútiez Cuevas Presidenta
  2. Rosa María Esteban Moreno Secretario/a
  3. Concepción Pérez López Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

.l. l. Introducción Este trabajo de investigación pretende ahondar en los conocimientos de educación sexual adquiridos por los maestros y maestras de educación especial que están, en la actualidad, ejerciendo su labor docente en los centros educativos de educación especial de la Comunidad Autónoma de Madrid, y que atienden a alumnado con discapacidad intelectual que están escolarizados en las etapas que comprenden la Educación Básica Obligatoria. Esta tesis se centra en el contexto de los centros de educación especial porque no podemos negar la realidad de la educación especial, porque la educación ordinaria no está tan preparada como pensamos y por ello debemos seguir realizando investigación para atender a los niños y niñas que todavía, a día de hoy, siguen escolarizados en los centros de educación especial. Concretamente, queremos investigar en relación a los conocimientos que sobre educación sexual tienen estos profesionales y su proyección específica en las personas con discapacidad intelectual, evaluando la calidad profesional con que se atienden los comportamientos, inquietudes, experiencias, deseos y otras manifestaciones de carácter afectivo y sexual. También, en lo que a los docentes se refiere, nos interesa conocer las actitudes que presentan hacia esos contenidos sexuales, la formación recibida sobre esta materia y la intensidad con que se trabaja la educación sexual en los mencionados centros educativos. En lo que al alumnado se refiere, interesa descubrir el proceso por el que los alumnos con discapacidad intelectual aprenden sobre sexualidad, y las características y frecuencias de las manifestaciones sexuales que presentan. Las pretensiones de esta investigación tienen relevancia porque contribuye a meJorar la sexualidad de las personas con discapacidad intelectual. Al incidir sobre la formación adecuada en educación sexual de los educadores y educadoras, desde un conocimiento que les permita entender las particularidades del fenómeno en sus educandos, estamos favoreciendo que puedan expresar y vivir su sexualidad de manera más satisfactoria y saludable, lo que repercutirá positivamente en el desarrollo armónico de su personalidad. 1.2. Justificación e importancia del tema A lo largo de los años, mi interés por las personas con capacidades intelectuales no normativas ha ido aumentando porque me parecían más vulnerables, creía que eran incapaces de desenvolverse solas en nuestra sociedad. Por ejemplo, pensaba que una persona con una alteración intelectual (desconocía que existen grados) no podría estar nunca sola, siempre necesitaría la atención, acompañamiento o apoyo de alguna persona que se encargara de su cuidado. Este interés me llevó a cursar los estudios universitarios de Magisterio de Educación Especial (1995-1998), donde recibía explicaciones de cómo era el comportamiento de las personas con discapacidad y de cómo debía ser la intervención educativa por parte del maestro o maestra, pero siempre encontraba una laguna, nunca se trataba el tema de la sexualidad, a pesar de que el profesorado era consciente de que el alumnado con discapacidad manifestaba comportamientos sexuales en el aula y/o centro educativo. Durante mis prácticas, en varios centros educativos de educación especial, observé que las manifestaciones sexuales en el alumnado eran un elemento de la cotidianeidad y que la intervención del maestro o maestra era de eliminarlas, de evitar que aparecieran. Empecé a plantearme si esta actuación de los maestros, maestras y otros profesionales del centro era la correcta. Cuando estudio la carrera de Psicología, en el listado de optativas observo que hay una asignatura sobre sexualidad. En ella se dan conocimientos sobre historia, fisiología, terapia, etc. pero no hay ningún bloque de contenidos donde se trate la educación sexual de las personas con discapacidad. Es entonces cuando decido formarme en esta materia, cursando un máster de especialización en orientación y terapia sexual, pero también en esta formación no se aborda la sexualidad de las personas con discapacidad. Por otro lado, parece importante hacer constar que existen pocos centros o Asociaciom:s o Fundaciones en el territorio español donde encontramos el servicio de sexología como recurso, para asesorar o realizar intervenciones con el alumnado y/o familiares de los mismos. Por consiguiente, con este trabajo se pretende reflejar la realidad actual existente en los centros educativos de educación especial, conocer si los profesionales se forman en esta área para dar respuesta a las necesidades sexuales de su alumnado, sin anular este aspecto tan importante de la personalidad de cada persona. La bibliografía disponible sobre esta temática es variada, aunque en mayor porcentaje los ejemplares dan a conocer exclusivamente aspectos biológicos y fisiológicos dejando al margen las actitudes y preocupaciones cotidianas que asaltan a la población, es decir, se habla de aspectos meramente sexuales, pero no de aspectos afectivos. Aunque recientemente, cada vez más van surgiendo trabajos de investigación que abordan las actitudes de profesionales y del alumnado, como veremos más adelante. Encontramos, en menor medida, estudios que analizan el aspecto psicológico de las conductas sexuales y de manera exponencial se publican infinidad de manuales y remedios para paliar disfunciones sexuales masculinas. Pero estudios sobre sexualidad en personas con discapacidad encontramos poco, hasta que no se consideraron los principios de normalización e integración en el siglo pasado (a principios del siglo actual éste último término es sustituido por inclusión), y aún así, no se les veía como individuos capaces de tener sexualidad, incluso esto sigue ocurriendo en la actualidad, como veremos en epígrafes posteriores. Este vacío bibliográfico y la necesidad real que manifestaban estas personas en el terreno afectivo-sexual dieron paso al crecimiento de publicaciones en este sentido. Otro acontecimiento a destacar que favoreció este crecimiento se registra a finales del siglo XX, concretamente 1971 cuando se publican los derechos sexuales de las personas con retraso intelectual, "garantizándose por Ley con la Declaración de los Derechos de las Personas con Retraso Mental" (Whitehouse y McCabe citado en López, 2002, p. 17). Es entonces cuando en esta literatura se da importancia a las libertades de todos los individuos y al derecho a recibir educación sexual, pero llevarlo a la práctica era, y sigue siendo, un proceso arduo y complicado y más aún en el mundo de la discapacidad, en las mismas condiciones y con la misma información que el resto de la sociedad. En esta década de los setenta un porcentaje elevado, actualmente está disminuyendo, de padres y madres con hijos o hijas que presentaban discapacidad intelectual se resistían al desarrollo de programas afectivo-sexuales en los centros donde escolarizaban a sus hijos o hijas, preferían ocultarles este aspecto para no despertar su sexualidad, quizás por miedo a embarazos o abusos sexuales, aspectos por los cuales se empiezan a elaborar programas preventivos para estas personas (López, 2002). Quizás el profesorado por diferentes hipótesis como la inseguridad, el desconocimiento, la ausencia de formación, el miedo a tener problemas legales sobre asuntos relacionados con la mala actuación/interpretación de comportamientos sexuales por parte de los educandos, proponen en algunos casos como solución, o por decisión de los centros educativos, la extinción de cualquier comportamiento afectivo-sexual de sus alumnos y alumnas para evitar inconvenientes legales Este es un aspecto que investigaremos en la parte práctica de nuestro trabajo. En definitiva, la sexualidad podía interpretarse como un aspecto peligroso en las personas con discapacidad porque conllevaba más problemas que beneficios a todos los niveles (personal del alumno, familiar, profesionales de la educación, educativos, institucionales, legales... ) por consiguiente era posible que se ,estableciera como la mejor opción eliminar cualquier conducta de esta índole. Todos estos acontecimientos descritos han incrementado nuestro interés por la sexualidad de estas personas, importándonos la necesidad de formación y especialización que capacite a maestros y maestras, familiares y otros profesionales, para educar en el ámbito afectivo­ sexual de las personas con discapacidad en general y con discapacidad intelectual en particular, porque ninguna persona tiene el derecho de anular la sexualidad a otro ser humano, todas las personas tienen derecho a recibir educación en todos los campos de la ciencia, incluido el campo científico de la sexología, puesto que en nuestra condición de seres humanos viene implícito ser seres sexuados. 1.3. Problema de estudio En todo trabajo de investigación se parte de un problema concreto, de una pregunta que suscita una respuesta, a la que se llega después de un proceso de reflexión y de estudio científico (León y Montero, 2002). Basándonos en esta definición hemos querido concretar nuestro problema de estudio con la siguiente pregunta: Para que una pregunta sea un verdadero problema de investigación debe cumplir unos requisitos (León y Montero, 2002): - Que no se conozca la respuesta. Que pueda ser contestada con evidencia empírica. Que implique usar medios éticos. Que sea clara. Que el conocimiento que se obtenga sea sustancial. Estos requisitos los cumplimos porque: - No se conoce la respuesta a la pregunta planteada, puesto que a priori no conocemos las competencias y la formación especializada que en la actualidad presentan dichos maestros y maestras de educación especial en el ámbito de la sexualidad. Necesitamos realizar un análisis exhaustivo de la bibliografía publicada para ver si damos respuesta a la pregunta de investigación y posteriormente elaborar un instrumento específico, un cuestionario, que nos permita contrastar empíricamente esos resultados encontrados con los obtenidos en este estudio. De esta manera podemos decir que nuestra pregunta puede ser contestada con evidencia empírica. Cumplimos con los principios éticos y morales para tratar el problema de estudio ya que trataremos con sumo respeto las aportaciones de las personas que van a participar en el estudio, trataremos la información con la mayor discreción y privacidad posible. Pretendemos que esta investigación sea clara y concisa en todo su proceso de elaboración, así como en la exposición de los resultados que se obtengan ya que evitaremos, en todo lo posible, manejar información que de lugar a confusión. - Finalmente, el conocimiento que se obtendrá será sustancial, es decir, nos planteamos dos metas fundamentales con este problema de estudio: transmitir a la sociedad científica datos objetivos y relevantes que permitan futuras líneas de investigación y la toma de conciencia de la situación actual en cuanto a la sexualidad de nuestra sociedad para poder mejorarla en la medida de lo posible Para dar respuesta a este problema de estudio resulta impres cindible.desarrollar el trabajo en dos grandes bloques que creemos fundamentales: uno primero destinado a fundamentar en_ un marco teórico amplio y sustentado por los puntos teóricos necesarios y un segundo apartado destinado al desarrollo práctico de la investigación. En consecu_encia, procedemos a exponer este primer bloque destinado a la fundamentación teórica de nuestro trabajo.