Calidad de vida relacionada con la salud y salud sexual de mujeres primíparas en el periodo postparto

  1. TRIVIÑO JUÁREZ, JOSÉ MATÍAS
Dirigida por:
  1. Juan José Criado Álvarez Director/a
  2. Dulce María Romero Ayuso Codirector/a

Universidad de defensa: Universidad de Castilla-La Mancha

Fecha de defensa: 21 de diciembre de 2017

Tribunal:
  1. Javier González Marqués Presidente
  2. Alicia Mohedano Moriano Secretario/a
  3. Gil Rodríguez Caravaca Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 516715 DIALNET

Resumen

1. INTRODUCCIÓN El período postparto es un periodo vulnerable en el que las mujeres experimentan cambios físicos, emocionales y sociales (Sadat, Taebi, Saberi, & Kalarhoudi, 2013; Tucker, Grzywacz, Leng, Clinch, & Arcury, 2010) y en el que pueden surgir distintas complicaciones (Johnson, 2011; Mogos, August, Salinas-Miranda, Sultan, & Salihu, 2013; Murtagh, 2010). En consecuencia, las intervenciones sanitarias se centran cada vez más en la prevención y no sólo en el tratamiento (Mogos et al., 2013). Además de trabajar para reducir la frecuencia de complicaciones, los profesionales de la salud también se esfuerzan para que las mujeres tengan una mejor experiencia de su embarazo, parto y postparto y una mayor calidad de vida relacionada con la salud (CVRS) (Mogos et al., 2013). La CVRS es un concepto amplio que incluye aspectos físicos y mentales (Schwartzmann, 2003). Es un constructo basado en el significado que el individuo atribuye a su vida y en el grado de satisfacción de una persona con su condición física, su estado emocional y su vida familiar y social (Schwartzmann, 2003). Su medición mediante el uso de cuestionarios constituye un elemento muy útil en la práctica clínica, análisis de coste-efectividad y en los procesos de toma de decisiones (Espallargues, Valderas, & Alonso, 2000; Greenhalgh & Meadows, 1999). En cuanto al parto y periodo postparto, la evaluación de la CVRS puede ayudar a conocer la efectividad de las intervenciones y cuidados llevados a cabo durante los mismos y a conocer el impacto en las mujeres de las posibles complicaciones postparto y de las demandas derivadas de su nuevo rol como madres (Higginson & Carr, 2001; Mortazavi, Mousavi, Chaman, & Khosravi, 2014). En España, el seguimiento de las mujeres embarazadas es generalmente llevado a cabo por obstetras, teniendo al menos tres visitas de control. La gran mayoría de las mujeres da a luz en hospitales públicos o clínicas privadas y suelen ser partos medicalizados. En 2013, en España, la edad media de las mujeres primíparas fue de 30,42 años (INE, 2013). En 2010, la proporción de cesáreas y de episiotomías fue del 22,2% y el 43%, respectivamente (EURO-PERISTAT, 2013). Para los partos vaginales e instrumentales, si la madre y el bebé están sanos permanecen en el hospital durante 48 horas después del parto, 72 horas en el caso de las cesáreas. Entre los siete y diez días posteriores al parto, la mujer tiene una revisión programada con el matrón/a de atención primaria. También hay una revisión programada del recién nacido, realizada por el/la pediatra de atención primaria dentro de la primera semana de vida, seguida de revisiones mensuales. La baja por maternidad remunerada para mujeres que trabajan fuera de casa es de 16 semanas en caso de partos no múltiples (Castro-García & Pazos-Morán, 2007). Después de este tiempo algunas mujeres amplían su permiso de maternidad sin recibir ninguna remuneración, mientras que otras regresan al trabajo a tiempo completo o parcial. Cuando la mujer trabaja fuera de casa, el bebé es cuidado en una guardería o en casa, bien por los abuelos, bien por empleados de hogar. Todos estos aspectos hay que tenerlos en cuenta a la hora de estudiar la CVRS de estas mujeres. Aunque existe abundante literatura sobre la CVRS en el período postparto (Jansen et al., 2007; Mogos et al., 2013; Torkan, Parsay, Lamyian, Kazemnejad, & Montazeri, 2009), hay poca evidencia científica sobre los posibles cambios en la CVRS experimentados por las mujeres en el postparto en relación con el tipo de alimentación infantil. Sin embargo, hay muchos factores que pueden interferir con la CVRS de las mujeres y la experiencia de la lactancia materna, incluyendo factores sociodemográficos, de salud y culturales (T. L. Chen et al., 2011; Y. C. Chen et al., 2007; Mortazavi, Mousavi, & Chaman, 2014; Zubaran & Foresti, 2011). Respecto a la relación entre tipo de parto y CVRS, son escasos los trabajos que consideran el tipo de parto como la variable independiente principal (Mortazavi, Mousavi, Chaman, et al., 2014). Las indicaciones que determinan un parto eutócico, fórceps o ventosa o una cesárea electiva o urgente son diferentes, así como las complicaciones derivadas de los mismos y su impacto en la CVRS (Bailey, 2005; Cunningham & Williams, 2010; Mogos et al., 2013; Stjernholm, Petersson, & Eneroth, 2010). La mayoría de los estudios sobre la asociación entre la CVRS y el tipo de parto tuvieron en cuenta sólo dos o tres tipos: parto eutócico versus cesárea; parto eutócico versus parto instrumental versus cesárea; y parto eutócico versus cesárea electiva versus cesárea de emergencia (Borders, 2006; Huang, Tao, Liu, & Wu, 2012; Jansen et al., 2007; Mogos et al., 2013; Mousavi, Mortazavi, Chaman, & Khosravi, 2013; Sadat et al., 2013; Torkan et al., 2009). Sólo se encontró un estudio en el que tuvieron en cuenta los tipos de parto eutócico, fórceps, ventosa, cesárea programada y cesárea urgente, aunque se centraron en la relación entre la prevalencia de los diferentes síntomas físicos y psicológicos y el tipo de parto, pero no en la CVRS propiamente dicha (Rowlands & Redshaw, 2012). Así mismo, durante el periodo postparto las mujeres pueden experimentar problemas en una o varias dimensiones clave del funcionamiento sexual (deseo, excitación, lubricación, orgasmo, satisfacción y dolor), así como un retraso en la reanudación de las relaciones sexuales, afectando potencialmente a su bienestar físico, social y emocional y a la calidad de sus relaciones íntimas (Barbara et al., 2016; Dabiri, Yabandeh, Shahi, Kamjoo, & Teshnizi, 2014; Eid, Sayed, Abdel-Rehim, & Mostafa, 2015; Rosen et al., 2000). Son varios los factores que se han relacionado con las alteraciones del funcionamiento sexual postparto, entre ellos el tipo de parto, aunque los resultados de estudios previos son controvertidos (Barbara et al., 2016; Dabiri et al., 2014; Faisal-Cury, Menezes, Quayle, Matijasevich, & Diniz, 2015; Kabakian-Khasholian, Ataya, Shayboub, & El-Kak, 2015; Laganà et al., 2015; McDonald & Brown, 2013). La disfunción sexual femenina postparto es un problema común en todo el mundo (Safarinejad, Kolahi, & Hosseini, 2009), con una prevalencia que puede llegar al 80% en los primeros meses postparto (Dabiri et al., 2014; De Souza et al., 2015). Sin embargo, a pesar de ser un problema prevalente se deja con frecuencia de lado durante la atención prenatal y en el periodo postparto (Holanda, Abuchaim, Coca, & Abrão, 2014; Leeman & Rogers, 2012; Sehhatie, Malakouti, Mirghafourvand, & Khalilpoor, 2016). Una posible explicación es que, aún hoy en día, la sexualidad de las mujeres sigue siendo considerada una función sólo reproductiva, dejando de lado el aspecto del placer sexual (Eid et al., 2015). Además, la mayoría de las mujeres no buscan ayuda, bien porque les resulta incómodo hacerlo, porque no confían en la capacidad de los profesionales de la salud para resolver este problema o porque se centran en el cuidado del recién nacido (Laganà et al., 2015). Por otro lado, los profesionales de la salud tienden a no reconocer esta situación, a pesar de ser una realidad para muchas mujeres (Abdool, Thakar, & Sultan, 2009; Laganà et al., 2015). 2. JUSTIFICACIÓN Los puntos que pueden justificar el desarrollo de esta línea de investigación dirigida al estudio de la CVRS y salud sexual de mujeres primíparas en el periodo postparto pueden ser resumidos en los siguientes puntos:  Escasez de trabajos de investigación en España dirigidos al estudio de la CVRS de las mujeres en el periodo postparto.  Falta de evidencia científica en nuestro medio y fuera de él sobre los posibles cambios en la CVRS de las mujeres en el periodo postparto en relación con el tipo de alimentación infantil.  Ausencia de estudios sobre CVRS en el periodo postparto y tipo de parto que tengan en cuenta de forma simultánea los tipos de parto eutócico, fórceps, ventosa, cesárea programada y urgente.  Interés creciente en conocer la relación entre el tipo de parto y el funcionamiento sexual postparto, con la existencia de múltiples trabajos, aunque sus hallazgos son controvertidos. La disfunción sexual femenina en el periodo postparto tiene una alta prevalencia y constituye un problema de salud pública. 3. CONCLUSIONES  No se encontraron diferencias estadísticamente significativas en la CVRS a las seis semanas y seis meses postparto entre las mujeres que alimentaban a sus hijos con leche materna y aquéllas que lo hacían exclusivamente con leche de fórmula.  Independientemente del tipo de alimentación infantil, a las seis semanas postparto las mujeres que informaron que sus hijos comían bien y dormían bien y que acudieron con menor frecuencia a un servicio de urgencias por un problema de salud del niño mostraron una mayor puntuación de CVRS. La proporción de niños con estas características fue mayor en el grupo de mujeres que alimentaban a sus hijos con leche materna. Por lo tanto, podría existir una relación indirecta a corto plazo entre lactancia materna y una mayor CVRS de las mujeres en el periodo postparto.  La salud física y mental mejoró en ambos grupos entre la sexta semana y el sexto mes postparto.  No se encontraron diferencias estadísticamente significativas en la CVRS a las seis semanas y seis meses postparto entre las mujeres, según el tipo de parto.  A la sexta semana postparto, encontramos una menor puntuación de CVRS en mujeres con incontinencia urinaria postparto. La mayor proporción de mujeres con incontinencia urinaria se encontraba en el grupo de parto por fórceps. Por lo tanto, podría existir una relación indirecta a corto plazo entre parto por fórceps y una menor CVRS de las mujeres en el periodo postparto.  A la sexta semana postparto, las mujeres que tuvieron un parto por fórceps, las que tuvieron una episiotomía y desgarro perineal y aquéllas con un nivel socioeconómico más alto mostraron más probabilidades de retrasar la reanudación de las relaciones sexuales. Además, aquellas mujeres que daban el pecho tuvieron una mayor probabilidad de sufrir dispareunia.  Al sexto mes postparto, las mujeres con un cribaje positivo de depresión postparto presentaron un mayor riesgo de haber experimentado un deterioro de sus relaciones sexuales. Asimismo, en las mujeres que mantenían la lactancia materna se encontró un mayor riesgo de deterioro de sus relaciones sexuales y de dispareunia. Además, en el sexto mes postparto, aquéllas que utilizaron los servicios de urgencia por un problema de su salud mostraron una mayor probabilidad de no haber reanudado las relaciones sexuales y de sufrir dispareunia.