Análisis de la evolución de los deficits cognitivos en la esquizofreniaun estudio neuropsicologico transversal
- BOMBIN GONZALEZ, IGOR
- Imanol Amayra Caro Director
- Celso Arango López Co-director
Universidade de defensa: Universidad de Deusto
Fecha de defensa: 10 de decembro de 2004
- Serafín Lemos Giráldez Presidente/a
- Natalia Ojeda del Pozo Secretario/a
- Miguel Gutiérrez Fraile Vogal
- Julio Bobes García Vogal
- Fidel García Domínguez Vogal
Tipo: Tese
Resumo
La esquizofrenia es una enfermedad con sustrato cerebral orgánico que presenta no sólo síntomas como delirios y alucinaciones, sino que supone también, de forma consistente, un deterioro en el funcionamiento cognitivo, afectivo, relacional y laboral. Si bien sabemos que la causa de la enfermedad es una afectación cerebral, se desconoce, no sólo la etiología de dicha afectación, sino el momento en que ésta sucede, su posterior evolución y los factores pronósticos. Una de las manifestaciones de esta afectación cerebral, es el deterioro cognitivo. El deterioro cognitivo propio de la esquizofrenia se ha demostrado que no es difuso o generalizado, sino que afecta de forma diferencial y específica a la atención, memoria de trabajo, memoria y funciones ejecutivas, si bien es cierto que otras funciones que dependen del óptimo funcionamiento de éstas, van a verse secundariamente afectadas. Así mismo, la literatura avala la asociación de la gravedad de la afectación cognitiva a la mayor presencia de síntomas negativos y a un peor desempeño social y laboral. El déficit cognitivo inherente a la enfermedad se ha podido observar también en familiares sanos de personas con esquizofrenia y en poblaciones de riesgo para desarrollar psicosis, por lo que determinados déficits cognitivos han sido conceptualizados como marcadores endofenotípicos de vulnerabilidad a la esquizofrenia. Una de las cuestiones aún sin resolver en relación con el deterioro cognitivo en la esquizofrenia, es su evolución a lo largo del desarrollo de la enfermedad, habiéndose planteado como hipótesis alternativas, que su evolución es estática, o que sigue un curso de deterioro, lento, pero progresivo. Para tratar de responder a esta cuestión, se ha realizado un estudio de diseño transversal, con una muestra de 22 pacientes con una evolución de la enfermedad entre uno y cinco años, y 21 pacientes con diez o más años de evolución de la enfermedad.