Redefiniciones para una ciudad "abúlica", fragmentada y vieja ante el umbral postindustrial. La fiesta del Corpus Christi en la ciudad de Toledo

  1. FRANCO AGUDO, CARLOS
Dirigida por:
  1. Gerardo Fernández Juárez Director/a

Universidad de defensa: Universidad de Castilla-La Mancha

Fecha de defensa: 29 de octubre de 2007

Tribunal:
  1. Salvador Rodríguez Becerra Presidente/a
  2. Juan Antonio Flores Martos Secretario/a
  3. Carlos María Caravantes García Vocal
  4. Consolación González Casarrubios Vocal
  5. María Dolores González Guardiola Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 139548 DIALNET

Resumen

La tesis en cuestión tiene dos partes. La primera en la que el objeto de estudio es la propia fiesta del corpus christi en la ciudad de toledo, su actual fiesta mayor. En ella se trata de definir la propia fiesta y analizar cada una de sus partes y componentes. La conclusión es un tiempo festivo que se divide tres partes que se divide por un nexo común: la diferente ocupación del recorrido de la procesión del corpus christi y su paulatina transformación mediante sus peculiares aditivos: toldos, tomillo, adornos, sillas tradicionales y de pago, gigantones, tarasca, tapices, flores, etc. La primera de esas partes la constituye la procesion de la tarde, en la víspera de la procesión de la mañana, en la que se rompe la cotidianeidad con una cabalgata de seres estrafalarios fruto del imaginario infantil, personajes identitarios de raíces más profundas como son los gigantones y la tarasca, así como bandas de música y elementos postindustriales espectacularizadores como son diablos con bengalas y pólvora, escenas medievales, etc., acabará de noche dando paso a un nuevo tiempo en el que se produce, al hilo de la nueva procesión nocturna una situación de comunitas entre los miembros del antiguo lenguaje identitario de la ciudad: los toledanos toman ya de noche las calles del itinerario allí por donde consideran oportuno, sin orden ni protocolo, sin la rigidez de una ropa ceremonial, sin símbolos, para repasar y comentar las transformaciones del paisaje así como para reconocer al resto de los ciudadanos y, de paso, ser reconocidos en una autoafirmación localista que les hace vivir físicamente la definición esencialista de su ciudad, lo cual es aprovechada por los poderes locales para manifestarse inaugurando el recorrido mediante el personaje del pertiguero. Tras esta maraña de gente que circula en cualquier dirección, a la madrugada se hace un vacío inusitado que es aprovechado para finalizar el recorrido: se cubren las paredes de la catedral co