El equipo docente como marco para la mejora de procesos educativos.

  1. Lázaro López, Enrique
Dirigida por:
  1. Agustín Bayot Mestre Director/a
  2. Benito del Rincón Igea Director/a

Universidad de defensa: Universidad de Castilla-La Mancha

Fecha de defensa: 27 de noviembre de 2008

Tribunal:
  1. Jesús Miguel Jornet Meliá Presidente/a
  2. Isabel María Ferrándiz Vindel Secretaria
  3. Joan Rué Vocal
  4. María Asunción Manzanares Moya Vocal
  5. Emelina López González Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

Los grupos de profesores, han demostrado que trabajar en equipo bajo la perspectiva de la investigación-acción, ofrece grandes posibilidades para la figura del docente. A nivel profesional, en la relación con sus alumnos y sus compañeros, lo sitúa en un rol más dinámico. A nivel personal, le proporciona unos cauces de formación distintos a los tradicionales. Desde las ideas promovidas por las ciencas sociales sobre el estudio de los grupos, dos equipos docentes han abordado sus necesidades educativas desde la óptica profesional, teniendo en cuenta el objeto de su trabajo y los factores personales propios. Surge la figura del facilitador, que se define como una persona que lee las posibilidades de creat equipos docentes, diendo el detonante de su inicio, proponiendo actividades sobre la discusión de aspectos mejorables de la vida del profesor. En ningún caso esta persona es un referente jerárquico, sino más bien, un organizador de la puesta en funcionamiento de los procesos de reflexión-acción que van a dar como resultado el establecimiento de un grupo de trabajo. Los profesores expresan la dificultad de abordar la gran cantidad de situaciones que afectan a los alumnos. Se emplea demasiado tiempo en echar balones fuera, en analizar la realidad desde una postura exclusivamente descriptiva y en no acudir a reflexiones que den una verdadera situación del problema a tratar. Esta tesis ha demostrado que la mejora de este problema de análisis de la realidad escolar, está en la identificación real del problema, desde un punto de vista docente y teniendo claro cuál es el marco de actuación profesional. En definitiva, la opción ha sido la de depositar en los equipos docentes la responsabilidad de controlar el proceso educativo: el planteamiento de las dificultades encontradas, las soluciones acordadas y la evaluación. Un proceso que ha aumentado el protagonismo ante el momento educativo actual, danto al profesor la posibilidad de disponer de herramientas de control sobre su propia labor profesional.