Los inicios del románico en el Pirineo aragonés
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Universidad Complutense de Madrid
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ISSN: 2387-1237
Año de publicación: 2019
Título del ejemplar: El románico en el Pirineo
Número: 26
Páginas: 32-38
Tipo: Artículo
Otras publicaciones en: Desperta Ferro. Arqueología e Historia
Resumen
Aragón experimentó en el siglo XI cambios radicales. Tras la muerte de Sancho el Mayor, rey de Pamplona, el antiguo condado que abarcaba las cuencas altas de los ríos Aragón, Aragón Subordán y Gállego quedó configurado como reino, que incluía Sobrarbe y Ribagorza. A su primer monarca, Ramiro I (1035-1064), le sucedió Sancho Ramírez (1064-1094), quien extendió su dominio al vecino reino pamplonés y dedicó sus energías a la expansión territorial a costa de la marca superior de al-Ándalus. Sus hijos Pedro I y Alfonso I el Batallador culminaron la empresa con la conquista de Huesca y Zaragoza. Cara al interior, los soberanos fomentaron una red de núcleos urbanos mediante la concesión de libertades y derechos a pobladores de villas y ciudades. La tercera faceta del cambio consistió en la reorganización de la Iglesia. Sancho Ramírez se reconoció vasallo de San Pedro de Roma y promovió la renovación de los cuadros dirigentes (abades y obispos) con partidarios de la reforma gregoriana, movimiento que transformó la espiritualidad, las estructuras eclesiales y las relaciones con los poderes civiles. Una magnífica ilustración de Josep R. Casals reconstruye al detalle la catedral de Jaca, uno de los edificios más influyentes del románico en el Pirineo, en torno al 1100.