La mortalidad y la salud pública en Olivenza (Badajoz) durante el siglo XIX

  1. Fernández López, José Mariano
Dirigida por:
  1. Diego Peral Pacheco Director/a
  2. José Luis Sánchez Álvarez Director/a

Universidad de defensa: Universidad de Extremadura

Fecha de defensa: 10 de julio de 2015

Tribunal:
  1. Antonio Rodríguez de las Heras Pérez Presidente/a
  2. Miguel Ángel Martín Alvarado Secretario/a
  3. Gonzalo Javier Trancho Gayo Vocal
  4. José Antonio Moreiro González Vocal
  5. Francisco Jose Vaz Leal Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 386602 DIALNET

Resumen

En 1801, Olivenza, villa que ha pertenecido a Portugal durante algo más de 500 años, se incorpora a la monarquía hispana. Ésta trata de imponer su política y un modelo de convivencia diferente que conducirá, a la postre, a una modificación en los hábitos sociales de su gente que, a pesar de ofrecer no poca resistencia, acabará aceptando. Políticamente, el siglo XIX español viene marcado por la Guerra de las Naranjas (1801), la invasión francesa que desemboca en la Guerra de la Independencia (1808-1814), los reinados de Fernando VII e Isabel II, contra quién se levantan los partidarios de su tío Carlos (Guerras Carlistas), la proclamación de la Primera República y, tras un periodo de gobierno provisional, la restauración de la monarquía. Interesa conocer de qué muere la población oliventina en el citado siglo. Por ello, pretendemos analizar y describir las causas de muerte (destacando las epidemias), recogidas en los libros de defunciones de sus dos parroquias: Santa María del Castillo (SMC) y Santa María Magdalena (MAGD), donde hallamos un total de 20590 defunciones (10320 párvulos), siendo el año 1831 el que mayor número de casos presenta (448), coincidiendo, también, con la tasa de mortalidad bruta (TMB) máxima (67,75�). Aunque existe una enorme carencia de datos en los registros parroquiales, en general, los que nosotros aportamos son más completos que los presentados por otras poblaciones extremeñas como Llerena, Zafra y Zahínos, pues en ellas las causas de muerte empiezan a anotarse a partir de 1830.