Palabra y sujeto de la razón poéticauna lectura del pensamiento de María Zambrano

Resumen

El trabajo indaga sobre el valor de la palabra para la construcción de un sentido racional donde el sujeto pensante se comprometa íntimamente con la elaboración de un conocimiento sobre lo humano. La palabra de la razón poética -postulada por María Zambrano- no sería el anuncio de un padecimiento individual necesitado de expresión, ni una forma abstracta o ideal para nombrar lo contemplado y ajeno al sujeto del pensamiento; se trata, más bien, de una palabra que busca las raíces comunes del pensar y del sentir. Los cinco capítulos que forman este trabajo indagan sobre aquellos aspectos de la tradición occidental que conformarían el discurso de una razón poética. El pensamiento zambraniano rastrea desde el platonismo griego las raíces de la palabra en la afectación anímica. La imagen y el concepto serían las dos formas que han determinado la reflexión en Occidente; nuestra autora hace una lectura crítica de esa relación. Para Zambrano la palabra de la poesía trágica sería la esencial raíz occidental del la razón poética. La actitud piadosa dada en la tragedia, paralelamente al florescimiento del pensamiento filosófico, representaría el principio de una sabiduría sobre la vida afectiva en el naciente hombre occidental de las ciudades áticas. Desde la lectura que la pensadora hace de las Confesiones de san Agustín, señalamos los aspectos cristianos heredados por la palabra de la razón poética. Hay en este pensamiento una revaloración del amor cristiano como centro afectivo desde el cual se podrían dilucidar las variantes anímicas de la subjetividad. Tocamos, además, la noción de la nada dentro del discurso zambraniano, teniendo como referencia al pensamiento de Antonio Machado como modelo de una conciencia amorosa y creadora. Para la pensadora andaluza el delirio es la condición propia de la sensibilidad. Para salir de la inmanecia racionalista moderna, el hombre occidental tendría que reencontrarse en ese delirio sensible original. El amor sería el estado especial de una vigilia cuidadosa a ese momento esencial de donde todo se fundamenta.