Hacia el fondo del fundamento a través de Martín Heidegger

Laburpena

La investigación se inicia con la pregunta aristotélica ¿qué es el ente? Hacemos ver que esta pregunta apunta a la ousía, concepto que ha sido entendido por la tradición metafísica como essentia, esencia. Diremos que la esencia es aquello que permite que el ente se le manifieste al hombre metafísicamente determinado. Asentamos que la esencia cambia, y este es el motivo por el cual la aprehensión del ente por parte del hombre cambia. Establecemos que el hombre siempre se encuentra arrojado en un a determinada comprensión de la esencia, la cual constituye una determinada comprensión del ente; comprensión que se traduce en el fundamento de lo que es. El fundamento del ente debe darse a través de los hombres que componen una época de éste. Dado que el fundamento se da a través de los hombres, debe éste poderse reflejar en cada uno de los hombres que componen una época. Asentamos así, que el hombre fácticamente existente debe poder reconocer en sí mismo el modo como el fundamento se lleva a cabo través de él. El poder visualizar este problema presupone haber encontrado un plano distinto al del fundamento como esencia. Este plano no es otro que el del ser, tal como lo comprende Heidegger. El ser es la presencia del ente y sin ella no podría la metafísica re-presentarse el ente y buscar su fundamento. Vemos así, que para acceder al fondo del fundamento debemos afianzarnos con lo que el ser quiere decir, y esto sólo lo podemos lograr a través de Heidegger, puesto que en él se ha hecho eco el olvido del ser.