De la política económica a la política socialel nuevo papel del estado mexicano, 1980-2004
- DELGADO MARTINEZ, IRMA
- Omar de León Naveiro Zuzendaria
Defentsa unibertsitatea: Universidad Complutense de Madrid
Fecha de defensa: 2006(e)ko iraila-(a)k 28
- José Déniz Espinós Presidentea
- Pedro Talavera Déniz Kidea
Mota: Tesia
Laburpena
La tesis, que el lector tiene en sus manos, surgió ante la inquietud de explicar las causas y los elementos que se han conjugado para reducir de manera drástica la participación del Estado mexicano en la política social (PS) ¿Cómo explicar el transito de una PS de carácter nacionalista, a una PS de carácter neoliberal? Desde el ámbito de las políticas públicas, la PS toma particular relevancia en el nivel mundial en el transcurso de los últimos años; esto como resultado, entre otras causas, de la grave crisis económica presente en el mundo como producto de la aplicación de lo que se ha dado en llamar la estrategia neoliberal. La reforma económica del Estado, en México, se dio sin tomar en cuenta el consenso necesario dela sociedad mexicana mediante una amplia y profunda consulta popular, por el contrario, la decisión fue impuesta de manera unilateral desde las altas esferas del poder político-económico. Así, no tardaron en hacerse presentes los efectos que el cambio de política económica provocó en el ámbito de las instituciones prestadoras de servicios sociales. Esto se manifestó de manera inmediata en: pérdida masiva de empleos, reducción drástica del poder adquisitivo del salario, y en un incremento sustancial de los niveles de pobreza y desigualdad social. La PS mexicana plantea una serie de cuestionamientos. El primero consiste en la definición del papel que debe desempeñar el Estado, en la medida que la reforma del estado ha planteado los límites entre éste y el mercado, aludiendo al problema de la asignación social de responsabilidades. Un segundo punto es que hoy la PS se coloca en una situación en la que se han alterado los parámetros de la solidaridad social posrevolucionaria, sin que se hayan instituido los nuevos principios que deben sustituirlos. El carácter de los nuevos fundamentos, sin duda, debe ser un punto de discusión, especialmente porque en función de él se establecerán los criterios de equidad y las cob