La crítica epistemológica y moral a la religión en el pensamiento de David Hume

  1. LOPEZ SASTRE, GERARDO
Dirigida por:
  1. Sergio Rábade Romeo Director

Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid

Año de defensa: 1990

Tribunal:
  1. Dalmacio Negro Pavón Presidente
  2. Jaime de Salas Ortueta Secretario
  3. Atilano Domínguez Basalo Vocal
  4. Jacobo Muñoz Veiga Vocal
  5. José Gómez Caffarena Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 25157 DIALNET

Resumen

Nuestra investigación pretende ofrecer un tratamiento exhaustivo de lo que podemos llamar la filosofía de la religión de David Hume. Con vistas a este fin la hemos dividido en tres grandes partes. En la primera nos ocupamos de estudiar tanto la modalidad especifica de religión que prevalecía en su escocia natal como de hacer una primera aproximación a la presencia del tema religioso en las diferentes obras de hume (estudiando, de paso, los condicionantes históricos y sociales que tuvo que tomar en consideración al escribirlas). En la segunda parte tratamos de lo que hemos denominado su critica epistemológica de la religión: el intento de probar el carácter no concluyente de todos los argumentos que tradicionalmente se han ofrecido tanto de la efectiva ocurrencia de los milagros narrados en la biblia como de la existencia de dios. Mientras que, por el contrario, los únicos argumentos que han de tenerse en cuenta para decidir si el alma es o no inmortal -los derivados de la analogía de la naturaleza- nos hablan a favor de su mortalidad. Por último, la tercera parte de nuestra investigación se ocupa de su critica moral a la religión. Para hume, en efecto, las creencias religiosas tienen básicamente su origen en el miedo de los hombres a los fenómenos que les rodean. Este miedo sigue impregnando las mismas a lo largo de su desarrollo y no puede sino impedir que los hombres sean felices. A lo que se une el que las religiones acaban corrompiendo necesariamente los sentimientos morales naturales de los hombres y generando, por tanto, todo tipo de males, entre los que los políticos son muy de destacar; algo de lo que las guerras y persecuciones de la propia historia inglesa y escocesa eran una buena muestra.