El teatro de Jacinto Grau

  1. ABDEL HALIM, ZIDAN
Dirigida por:
  1. Luciano García Lorenzo Director/a

Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid

Año de defensa: 1990

Tribunal:
  1. Andrés Amorós Presidente
  2. Emilio Palacios Fernández Secretario
  3. Mario Hernandez Vocal
  4. Francisco Caudet Roca Vocal
  5. Joaquín Álvarez Barrientos Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 24801 DIALNET

Resumen

Grau ha sido hombre de teatro esencial y puro, su única preocupación fue escribir teatro de calidad artística y profundos contenidos. La producción grauiana no fue demasiado amplia pero si multiforme. Ningún género o subgénero literario ha escapado a la atención de Grau: teatro, novela, poesía, ensayo, prologo, articulo de periódico o revista y conferencias. Comenzó su carrera como dramaturgo escribiendo obras cortas. Sus argumentos se tejen en torno a temas del pasado como el rey candaules; de la novela cervantina el quijote como las bodas de Camacho; la fuerza del destino, la ilusión y el diablo en sortilegio, horas de vida, el tercer demonio y conseja galante. En el conde alarcos, grau pretende renovar los elementos vivos del romancero y el teatro español clásico. El mito de don juan atrajo siempre a grau. Fruto de esto escribió dos obras teatrales: don juan de carillana y el burlador que no se burla. Esta ultima es la que mejor refleja la figura del amante legendario. Grau ha basado dos obras teatrales en la biblia, que son: la redención de judas y el hijo prodigo. Otras dos escribió sobre la vida social y política: en ildaria y en el infierno se están mudando. El amor apasionado es uno de los temas predominantes en el teatro de jacinto grau y aparece como fuerza central en la mayoría de las obras, sobre todo en entre llamas y en el mismo daño. Asimismo el destino, la ilusión y la muerte desempeñan un papel relevante como conceptos abstractos en los tres locos del mundo, la señora guapa, destino, tabarin y las gafas de don telesforo o un loco de buen capricho. En el señor de Pigmalión, grau recrea el mito clásico de Pigmalión y Galatea y le da un sabor contemporáneo. El teatro de Grau no logro el éxito que le correspondía en España, pero si lo obtuvo, paradójicamente, en el extranjero.