El periodismo en Ecuador durante la revolución ciudadana (2007-2015)

  1. Lema Insuasti, Stefania Mishelle
Dirigida por:
  1. Elena Real Rodríguez Directora

Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid

Fecha de defensa: 05 de julio de 2019

Tribunal:
  1. Ángel L. Rubio Moraga Presidente
  2. Sergio Príncipe Hermoso Secretario
  3. Eduardo Francisco Rodríguez Vocal
  4. Carlos Oliva Marañón Vocal
  5. Juan Carlos Sánchez Illán Vocal
Departamento:
  1. Periodismo y Nuevos Medios

Tipo: Tesis

Resumen

El Ecuador, para el año 2006 se encontraba en un ambiente de crisis de representación de los partidos políticos tradicionales, y de diferentes organismos oficiales, debido a continuos desequilibrios políticos, que a su vez provocaron recesiones económicas y sociales. En este ambiente surge un nuevo movimiento político Patria Altiva i Soberana (Alianza País-AP), formado por un grupo de académicos e intelectuales, y liderado por Rafael Correa. Quien, gracias a su carisma y su característica de outsider, llegó al poder en las elecciones del 2006 en segunda vuelta junto a Lenin Moreno. En este triunfo no solo influenció el desgaste y la inestabilidad política, también jugó un papel importante la prensa, que se convirtió en principio en uno de los grandes aliados de Correa, y en uno de sus grandes impulsores sociales. Así la relación de Correa y los medios ecuatorianos era muy buena, sin embargo, esto empezó a cambiar una vez que estuvo en el poder. El presidente empezó a darse cuenta de que los medios cambiaron de rol y se volvieron críticos de sus decisiones gubernamentales. Lo que le llevó a mantener fuertes enfrentamientos con periodistas y con diferentes medios de comunicación como Carlos Vera, Emilio Palacios, Christian Zurita y Juan Carlos Calderón, por el caso Gran Hermano, entre otros. Ante esta nueva postura de los medios de comunicación, Rafael Correa empezó a considerarlos como la oposición, como un enemigo a enfrentar. De esta forma los medios que apoyaban al presidente tenían una opinión favorable del mismo, y los que no debían ser controlables. Y para este ejercer este control, Rafael Correa decidió aplicar la receta del socialismo del siglo XXI y propuso en la nueva Carta Magna del 2008, la creación de una Ley Orgánica de Comunicación, siguiendo los ejemplos de otros países Latinoamericanos como Argentina, Venezuela, Bolivia, entre otros. Su aprobación fue un proceso largo que se extendió por más de 4 años, y solo se pudo efectivizar tras las elecciones del 2013, donde Alianza País consiguió el triunfo presidencial en primera vuelta, lo que le dio una mayoría oficialista en la Asamblea, consiguiendo así la aprobación de la norma, el 14 de junio del 2013. Según la presente investigación, esta normativa presentó diversas inconsistencias y omisiones formales en su proceso de aprobación y el en el texto final, en el que se incluyó información sin ser previamente debatida, como por ejemplo la creación de la Superintendencia de la Comunicación y la información (Supercom), y la adición de hasta 18 artículos nuevos. Hechos que causaron gran controversia tanto a nivel nacional como internacional, ya que, tras unos meses de su aplicación, la Ley generó importantes consecuencias que afectaron principalmente a medios privados, a los derechos básicos de los periodistas, a su ejercicio periodístico, e incluso a su integridad económica. En este panorama muchos periodistas se vieron obligados a continuar con su labor, pero esta vez a través de la web, que, al no ser un espacio controlado y regulado por la Ley, se convirtió en un lugar seguro donde ejercer principalmente el periodismo de investigación. Con el cambio de presidente en el año 2017, el contexto de la prensa cambiaría totalmente, ya que se reconocerían las incongruencias de la Ley, se procedería a su modificación, y a pesar de no eliminarse todos los organismos de control y regulación de la información, el equilibrio respecto a la libertad de expresión se empezó a restaurar.