Desarrollo de las técnicas forenses nuclearesvaloración de riesgos

  1. Serrano Checa, Julio
Dirigida por:
  1. Javier Quiñones Díez Director

Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid

Fecha de defensa: 17 de junio de 2019

Tribunal:
  1. José María Gómez de Salazar Presidente
  2. Francisco Javier Pérez Trujillo Secretario
  3. Marta Fernandez Diaz Vocal
  4. Anselmo del Moral Torres Vocal
  5. Alicia Alvarez García Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

La ciencia forense nuclear ha evolucionado como respuesta al creciente número de incidentes relacionados con materiales radiactivos o nucleares fuera de control regulado y su posible uso en actos maliciosos. El objetivo último de la ciencia forense en un incidente intencionado con este tipo de material es la identificación de los responsables; para ello, el estudio forense debe incluir las respuestas a las dos preguntas más importantes: el origen del material y la identificación de los responsables de la acción. El origen del material se determina a través del análisis físico (morfología), y la caracterización química (trazabilidad de la composición, isótopos,¿) mientras que la identificación de los autores requiere el uso de métodos forenses tradicionales, incluyendo disciplinas como el estudio del ADN o las huellas dactilares. Desde su aparición, la ciencia forense nuclear se ha centrado fundamentalmente en los estudios y avances relativos a la caracterización de los materiales, dejando hasta hace pocos años como secundaria la evaluación de las evidencias forenses clásicas. En el contexto de un escenario de atentado terrorista, la naturaleza del acto en sí mismo provoca que las muestras sean expuestas a un entorno contaminado que puede afectar a su análisis. Hasta el momento ha habido relativamente pocas investigaciones sobre el impacto y efectos de la radiactividad (fundamentalmente radiaciones electromagnéticas) en el análisis del ADN, incluso cuando el perfil de ADN tiene una particular relevancia dada su efectividad en la identificación de personas involucradas en la planificación, preparación y comisión de actos terroristas; algo parecido sucede con las huellas dactilares. Teniendo en cuenta estas circunstancias y la naturaleza del material ilícito en un escenario nuclear, la pregunta que se plantea es cuál es el efecto que puede tener la irradiación en el ADN y en las huellas dactilares; hasta qué punto se pueden degradar, comprometiendo su integridad y validez como evidencia en un proceso penal. En este contexto, no hay que olvidar que la recogida de muestras en un escenario nuclear o radiológico puede suponer el riesgo de exposición a campos de radiación y o a contaminación radiológica de los intervinientes de las fuerzas de seguridad responsables de esta tarea. Estas dos consideraciones y la carencia de estudios publicados con datos específicos, justifican sobradamente la necesidad de determinar hasta qué dosis el ADN de material biológico y las huellas dactilares encontradas en una escena del delito en el que está presente material radiológico pueden ser útiles para una investigación forense. El conocimiento sobre el valor de esa dosis ayudará a evaluar las estrategias a seguir por las fuerzas de seguridad teniendo en cuenta el principio ALARA, es decir, valorando la utilidad de la evidencia que se recogería frente al riesgo asumido por el personal encargado de retirarla de la escena del delito. Los experimentos llevados a cabo consisten en la exposición de huellas y muestras biológicas a diferentes dosis de radiación acumulada entre 10 y 1000 kGy, para posteriormente efectuar el análisis de las mismas empleando los procedimientos normalizados del laboratorio de Biología y de Identificación del Servicio de Criminalística de la Guardia Civil. En tanto que la disciplina forense sirve de soporte científico a los investigadores, los procedimientos seguidos en todo momento deben ser idénticos a los seguidos en un caso real para mantener su validez legal. En consecuencia, en este trabajo el tratamiento de las muestras una vez irradiadas debe ajustarse al protocolo establecido por las fuerzas de seguridad, en este caso Guardia Civil, en cuanto a la custodia y metodología de análisis de las muestras.