Las mujeres dibujantes durante el boom del cómic adulto en Españatrayectoria y produccion ( 1975-1992)

  1. Argudo Martínez, Arantza
Dirigida por:
  1. Javier Pérez Segura Director

Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid

Fecha de defensa: 22 de noviembre de 2019

Tribunal:
  1. Luis Jaime Brihuega Sierra Presidente
  2. María Isabel García García Secretaria
  3. Noemí de Haro García Vocal
  4. Julio Andrés Gracia Lana Vocal
  5. Patricia Badenes Salazar Vocal
Departamento:
  1. Historia del Arte

Tipo: Tesis

Resumen

La puesta en valor y el rescate de la invisibilidad de la trayectoria y la producción femeninas dentro del boom del cómic adulto desde 1975 a 1992 en España constituyen la base de esta investigación. Una labor que, asimismo, pretende solventar el gran vacío y el silencio que arrojan tanto los libros como los manuales de cómic en relación con el trabajo de las autoras en el medio. Un estudio de la producción femenina que ha devuelto la existencia de dos grupos distintos de mujeres dibujantes dentro del cómic adulto, entre las cuales se pueden hallar tanto semejanzas como divergencias. Aspectos que, desarrollados, han dado lugar a una de las partes más extensas de esta investigación, puesto que han permitido dividir a éstas en dos grupos y dar cuenta de la gran diversidad que demuestran no sólo en sus obras, sino también en sus procesos creativos. Unos exámenes minuciosos que han servido para demostrar que las artistas de ambas olas son creadoras completas e independientes y para señalar lo caduco de la etiqueta «cómic femenino». La organización mediante olas ha venido marcada por el corte generacional que existe entre ellas y que ha sido puesto en evidencia a través de los análisis y de la consulta de expertos como Alary o Cava. De modo que la primera ola se sitúa en los setenta y se encuentra conformada por Montse Clavé, Marika Vila y Mariel Soria, tres artistas inequívocamente influidas por su contexto sociopolítico y conocedoras de la posición discriminada de la mujer en la sociedad. Fueron ellas quienes cargaron sus tintas en la reivindicación, la denuncia y la visión feminista, mientras que la segunda ola, nacida del bullicio de los ochenta, estuvo constituida por autoras como Ana Juan, Ana Miralles, Victoria Martos, Isa Feu, Marta Guerrero, Lidia di Blasi, Laura Pérez Vernetti-Blina o Pilar Herrero, quienes acogieron los avances logrados por la primera y los llevaron un paso más allá, dando lugar a un grupo menos interesado por el feminismo militante, la denuncia directa y el compromiso político, y más centrado en la experimentación, la vivencia personal y por la elevación del cómic a la categoría de noveno arte. No obstante, los análisis de las producciones de ambas olas revelan el interés de éstas, con el consiguiente trabajo realizado entre todas ellas, por ensanchar no solo los límites temáticos, sino también los representativos y los perspectívicos junto con el mantenimiento de la mujer y de las circunstancias que rodeaban a ésta en el centro de sus creaciones. Metas que lograron aportando, por ejemplo, un nuevo tratamiento de la sexualidad y recuperando a las lectoras junto con la ampliación del abanico de representaciones que empezó a dar cabida a toda clase de cuerpos y edades, con lo que su público por fin lograba un espejo real en el que mirarse y sentirse verdaderamente reflejado e identificado. Una investigación donde ha quedado constatado que durante un periodo significativo de tiempo las mujeres dibujantes de cómic estuvieron afianzadas y tuvieron la posibilidad de recuperar espacios creativos, usurpados décadas atrás por un régimen totalitario, y establecer unas bases de las que nuevas generaciones de autoras pudieran partir con un menor número de obstáculos. Unas bases que, sin embargo, quedaron en suspenso debido al crack del boom del cómic adulto, el cual terminó con esta floreciente generación de dibujantes y complicó el nacimiento de otras nuevas.