La imagen del artista en el cinevitae, mito y perfiles de pintores, escultores y arquitectos
- Estrada Lorenzo, Jose Manuel
- Luis Jaime Brihuega Sierra Director
Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid
Fecha de defensa: 18 de octubre de 2019
- Antonio Manuel González Rodríguez Presidente
- Javier Pérez Segura Secretario
- Rafael Gil Salinas Vocal
- Valeria Camporesi Vocal
- Concha Lomba Serrano Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
Introducción. El cine de artistas es el resultado de la confluencia, por una parte, de la continua relación entre las artes plásticas y el arte cinematográfico desde que éste nació en 1895 (vanguardia, séptimo arte, influencias pictóricas, escenografía y decorados, documentales de arte¿); y, por otra, del constante interés histórico por representar la imagen del artista (retratos y autorretratos) y por narrar sus vidas y sus anécdotas (literatura artística, novela histórica, teatro, ópera, fotografía¿). Si bien la historiografía se ha extendido en el estudio de las relaciones entre cine y artes plásticas, el personaje del artista plástico no ha sido un tema frecuente. No se puede hablar de un género en sí, si exceptuamos las películas sobre biografías de artistas reales e históricos (biopics); sin embargo, los personajes artistas están presentes en todos los géneros (terror, fantástico, histórico, thriller¿) pero especialmente en la comedia y en el drama. Metodología. Con esta tesis se han identificado 894 films y series de televisión que tienen a un artista entre sus personajes (sean éstos protagonistas, personajes secundarios o anecdóticos) y a través del análisis de estos films se estudia la imagen que del artista ha ofrecido el cine en sus más de 100 años de existencia. Resultados. La imagen del artista ha variado y el cine ha recogido ese cambio: hasta mediados del siglo XX la cinematografía había elegido las historias de artistas frustrados, incomprendidos y rechazados, cuyas vidas complicadas resultaban especialmente atractivas para la pantalla; pero en el último tercio del siglo XX, con la revalorización de las artes, el cine se ha sentido atraído además por artistas que han triunfado y obtenidos éxitos artísticos y vitales. El artista puede definirse por su aspecto físico (tópica imagen del artista con boina y blusón), pero sobre todo por su trabajo, sus ideas y su personalidad. El artista muestra idénticos rasgos de personalidad que otros seres humanos (ambición, integridad, inteligencia, vanidad, maldad¿.) y reagrupando estos caracteres se podría hablar, desde la perspectiva del cine, de un artista maldito (atormentado y depresivo), de un artista rebelde (bohemio, libre e independiente), de un artista luminoso (seductor y triunfador), de un artista en sombras (egocéntrico y cruel) y de un artista tranquilo (familiar, sencillo y meticuloso). Estos rasgos muestran diferentes personalidades del artista, pero todos confluyen en la verdadera singularidad del artista, su capacidad para crear combinando técnica y sensibilidad. No obstante, con los rasgos que definen su personalidad se obtiene una parte de la imagen del artista, que es necesario complementar con esa imagen complementaria que se obtiene de analizar y describir las relaciones con sus semejantes (con los otros artistas, con la sociedad, con su familia, con sus modelos y con sus mecenas y clientes), a partir de sus encuentros, diferencias, divergencias, discusiones e interferencias con aquellas personas y lugares que influyen y condicionan su actividad creadora. Conclusiones. El ¿cine de y con personajes artistas¿ ha dado continuidad al mito del artista (a partir de la idea romántica del artista bohemio), lo ha popularizado (acercándolo a un público mayoritario, los espectadores de las salas de cine o de televisión) y lo ha actualizado adaptándose a los cambios en el mundo del arte a lo largo del siglo XX. Estos films materializan, en el fondo, dos sueños imposibles: por un lado, la posibilidad de contemplar, en su entorno y circunstancias, a un artista que ha existido en realidad y cuyo acercamiento por parte del espectador sólo es posible a través de sus obras o los estudios de expertos; y por otro, la posibilidad, como voyeurs, de presenciar el momento íntimo de la creación artística, acto reservado a muy pocos.