Aterosclerosis subclínica en la psoriasis. Utilidad de la ecografía arterial femoral y análisis de su relación con la resistencia a la insulina

  1. González Cantero, Álvaro
Dirigida por:
  1. Ana Isabel Sánchez Moya Director/a

Universidad de defensa: Universidad de Castilla-La Mancha

Fecha de defensa: 21 de marzo de 2019

Tribunal:
  1. Esteban Daudén Tello Presidente/a
  2. P. de la Cueva Dobao Secretario
  3. Fernando Alfageme Roldán Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

La psoriasis es una enfermedad compleja, crónica e inflamatoria, de etiología desconocida, y relacionada patogénicamente con mecanismos inmunológicos, que afecta de forma principal a la piel y articulaciones, si bien también se ha asociado a múltiples comorbilidades, como son obesidad, hipertensión, dislipemia, diabetes tipo 2, enfermedad renal crónica, depresión y otras, entre las que destaca el desarrollo precoz de aterosclerosis y en consecuencia enfermedad cardiovascular (ECV)1. Un estudio reciente estima una prevalencia de psoriasis en España de 2,3% de la población sin diferencias significativas entre sexos. Según la edad la prevalecía sigue una curva ascendente desde los 16 años hasta los 60-69 años. Se conoce que los pacientes con psoriasis, presenta un riesgo aumentado de infarto de miocardio, que desarrollan a edades más jóvenes que la población general y ante igualdad en factores de riesgo cardiovasculares. Además, la esperanza de vida en pacientes con psoriasis grave se reduce en 4 a 5 años como consecuencia de ECV. En este sentido, ha quedado bien establecido que el análisis de los factores de riesgo cardiovasculares tradicionales, incluidos en diferentes escalas de riesgo cardiovascular en la población general como el Framinghan o el SCORE (Systematic COronary Risk Evaluation) no son adecuados para la evaluación del riesgo de enfermedad coronaria en pacientes con psoriasis. Estos datos ponen de manifiesto la dificultad de la detección precoz de arteriosclerosis en fase subclínica, así como la imposibilidad de adoptar medidas preventivas que puedan reducir el riesgo de enfermedad coronaria en estos pacientes antes de que presenten manifestaciones clínicas de ECV. Por estas razones, se ha propuesto que los pacientes con psoriasis deberían ser sometidos a adecuadas pruebas de cribado que permitan identificar a aquellos que tienen un elevado riesgo de presentar ECV, resaltando la necesidad de disponer de una prueba que sea, simple, fácil de realizar, no invasiva y de bajo coste económico. La ecografía arterial de alta resolución reúne estos criterios, sin embargo, en la psoriasis, hasta la fecha actual, utilizando ecografía solo se han estudiado las arterias carótidas, inicialmente midiendo el engrosamiento intima-media, que en la actualidad se acepta es un método inadecuado y débil predictor de aterosclerosis, que no mejora la capacidad diagnóstica de los factores de riesgo tradicionales, y su uso ha dejado de ser recomendado en las guías del American College of Cardiology/American Heart Association guidelines. En algunos estudios, también se ha utilizado la ecografía arterial de carótidas para valorar la presencia de placas de ateroma, pero los resultados han sido contradictorios en cuanto a su prevalencia en pacientes con psoriasis. Estudios de autopsia en individuos de la población general han revelado que la presencia de placas de ateroma en arterias femorales, pero no en las arterias carótidas, constituyen un predictor significativo de aterosclerosis coronaria y de mortalidad por cardiopatía isquémica. Y en concordancia con estos datos, estudios en sujetos sanos han puesto de manifiesto, mediante estudio ecográfico, que las placas de ateroma femorales son más prevalentes que las de carótida, y se asocian con mayor frecuencia a la existencia de aterosclerosis coronaria. Por otro lado, el mayor riesgo de infarto de miocardio que presentan a edades más jóvenes los pacientes con psoriasis, y que no son justificables por los factores de riesgo cardiovascular clásicos, ha permitido sugerir que otros factores podrían estar implicados en el desarrollo precoz y acelerado de aterosclerosis en estos pacientes. En este sentido, estudios previos han mostrado una relación entre la psoriasis y la diabetes mellitus tipo 2, además, la resistencia a la insulina, íntimamente asociada a la psoriasis, y a enfermedades inflamatorias crónicas, constituye un conocido factor de riesgo cardiovascular. Basándonos en lo anterior, planteamos la posibilidad de que el puente de unión patogénico entre psoriasis y aterosclerosis sea, al menos en parte, la presencia de resistencia a la insulina, incluso en pacientes sin diabetes. Nuestra hipótesis en el presente estudio es que la detección ecográfica de placas de ateroma para el cribado de aterosclerosis subclínica en la psoriasis podría ser más útil en las arterias femorales que en carótidas, y que la resistencia a la insulina podría estar implicada en el desarrollo de aterosclerosis acelerada en estos pacientes. En la presente tesis doctoral se da cuenta de los conocimientos actuales sobre la relación entre psoriasis y aterosclerosis, para posteriormente dar paso a exponer los objetivos del estudio, material y métodos, resultados, discusión, y conclusiones.