Un lugar en la historia de la fotografía para José Martínez Sánchez (1807-1874)

  1. López Beriso, Marta
Dirigida por:
  1. María Dolores Jiménez-Blanco Carrillo de Albornoz Directora
  2. María de los Santos García Felguera Director/a

Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid

Fecha de defensa: 27 de noviembre de 2019

Tribunal:
  1. Aurora Fernández Polanco Presidenta
  2. Concha Casajús Quirós Secretaria
  3. José Antonio Hernández Latas Vocal
  4. Asunción Domeño Martínez de Morentín Vocal
  5. Nuria Fernandez Rius Vocal
Departamento:
  1. Historia del Arte

Tipo: Tesis

Resumen

José Martínez Sánchez fue un fotógrafo de origen valenciano instalado en Madrid, dedicado al retrato de estudio, al reportaje y a la investigación. Integrante de la llamada segunda generación de fotógrafos españoles, activa a partir de 1850, contó entre sus miembros a pupilos y colaboradores, Enrique Godínez o Eusebio Juliá por ejemplo, o la primera mujer censada como fotógrafa en España, su segunda esposa, Alejandrina Alba Muñoz. Plasmó profusamente a la sociedad madrileña, retratos que son hoy, muchos, parte de la Colección Manuel Castellano de la BNE. Con este pintor y con el infante Sebastián Gabriel, para quien montó estudios fotográficos en Madrid y Aranjuez, mantuvo lazos profesionales y de amistad. La primera contribución de esta tesis es sentar pautas para que en un futuro se localice su obra en la Colección Castellano e igualmente presenta un trabajo de archivo con el que se define y completa su biografía. Más allá de los retratos, especial atención se dedica como objetivos primordiales a sus dos más destacadas e innovadoras series documentales. La primera, de 1858, realizada junto a Antonio Cosmes, se puede afirmar que es el primer foto reportaje de España -y hasta hoy, del extranjero- sobre la visita de la reina Isabel II a Valencia. Además del estudio pormenorizado de sus 14 fotografías, se establece su secuencia temporal y su valor narrativo. Sigue un estudio comparativo con los precursores: Szatahmari y Fenton -entre 1853 y 1855- con motivo de la guerra de Crimea, y Gardner, Brady, O¿Sullivan o Barnard entre 1861 y 1863- con motivo de la Guerra Civil norteamericana. A estos se añaden las maniobras militares en Châlons de Le Gray en 1857 y por último, la serie de la entrevista fotográfica que realizó Nadar a Chevreul con motivo de su centenario en 1886. Asociado a Jean Laurent fundó, en 1865, en París, la Sociedad Leptográfica, con el fin de producir y comercializar el papel del mismo nombre, con una notable proyección internacional por su calidad, aunque sin éxito comercial. A día de hoy es un precursor del papel para positivos pre-sensibilizado, normalizado desde 1880. El segundo trabajo clave analizado en esta tesis es el que juntos realizaron en 1867, el más extenso reportaje documental del siglo XIX sobre Obras Públicas de España. Siguiendo estrictas pautas de lenguaje visual, se repartieron la península Ibérica de Norte a Sur. Confeccionaron álbumes tipológicos cuya versión más completa se envió a la Exposición Universal de 1867 en París, junto con un tomo más sobre las obras de construcción del canal de Isabel II en Madrid que Clifford había realizado años antes. Además del establecimiento del itinerario del viaje, la correcta atribución de las fotografías de cada uno, se destaca la relevancia de este trabajo a través de la comparación con el único antecedente europeo de envergadura similar, la Mission Héliographique encargada por el estado francés en 1851 a Le Gray, Baldus, Le Secq, Mestral y Bayard. Y se concluye esta parte con un análisis del nuevo género fotográfico de obras públicas a partir de las contribuciones de Durandelle, Collard o Russell, entre otros, que nos llevan hasta Salgado o los Becher de nuestros días. Su obra estuvo relegada al olvido a partir de 1870 por su misteriosa desaparición, pasando buena parte de sus negativos al archivo de Jean Laurent, que la comercializó como suya. Otra parte quedó difuminada y otra aún, perdida. Recuperada en gran medida, José Martínez Sánchez es claramente un innovador incansable con un lenguaje propio en un medio nuevo, que conquistó asentando lo que serían los principios fundamentales de la comunicación visual de los siglos XX y XXI: sencillez, rapidez y eficacia. De ahí su merecido lugar en la Historia de la Fotografía española, y por este camino, en la universal, a la que actualiza y modifica con nuevos relatos.