Atención farmacéutica en pacientes con dermatitis atópica

  1. Sanchez Landete, Rocio
Dirigida por:
  1. Irene Iglesias Peinado Directora
  2. Rafael Lozano Fernández Director
  3. María Pilar Gómez Serranillos Cuadrado Directora

Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid

Fecha de defensa: 20 de noviembre de 2019

Tribunal:
  1. Begoña Elorza Barroeta Presidenta
  2. Mario Fernández Román Secretario
  3. María del Carmen Lozano Estevan Vocal
  4. Mercedes González Gomis Vocal
  5. Fernando de Jesús Franco Vocal
Departamento:
  1. Farmacología, Farmacognosia y Botánica

Tipo: Tesis

Resumen

La dermatitis atópica es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel que se desarrolla en forma de brotes, y se caracteriza por sequedad cutánea, prurito, enrojecimiento, inflamación y formación de eccemas. La prevalencia de la patología estima que de cada 100 niños que nacen en España, 25 desarrollarán dermatitis atópica. Actualmente, no existen opciones terapéuticas que permitan curar la enfermedad. El tratamiento se basa en mantener la piel hidratada con medidas higiénicas y sanitarias adecuadas, y tratar las lesiones con fármacos que permitan controlar los brotes. Los objetivos son estudiar la dermatitis atópica desde un punto de vista descriptivo observacional, y evaluar la eficacia de la atención farmacéutica a través de la intervención profesional desde la farmacia comunitaria en pacientes con dermatitis atópica diagnosticada, valorando su impacto en la calidad de vida de los mismos. La metodología fue: Etapa 1. Se realizó un estudio observacional descriptivo transversal y cualitativo sobre 200 pacientes que respondieron a una encuesta sobre su enfermedad de manera anónima. Etapa 2. Se llevó a cabo un estudio experimental, longitudinal, prospectivo y analítico sobre 50 pacientes con dermatitis atópica no controlada que acudieron a una farmacia comunitaria, realizando las intervenciones farmacéuticas necesarias para mejorar la adherencia al tratamiento farmacológico, resolver los resultados negativos de la medicación, y eliminar los síntomas de la enfermedad. Se aplicó el Método Dáder de seguimiento farmacoterapéutico, se proporcionó educación sanitaria a todos los pacientes, y se utilizaron el Test de Morisky Green Levine para estudiar la adherencia al tratamiento farmacológico, y el Test de McNemar para evaluar la eficacia de la atención farmacéutica en el control de la sintomatología. Los resultados y Discusión son: Etapa 1. El 92,5 por ciento de los pacientes del estudio reconocen diversos factores ambientales como causa de los brotes atópicos, siendo el más importante la contaminación atmosférica y la falta de humedad ambiental. El 91,5 por ciento de los sujetos con dermatitis atópica se encuentran en tratamiento farmacológico, siendo los corticoides tópicos los medicamentos más utilizados. El 43,92 por ciento de los pacientes no llevan a cabo las medidas higiénico-sanitarias adecuadas para controlar la dermatitis atópica. Etapa 2. La adherencia al tratamiento al comienzo del estudio era del 58 por ciento, y tras las intervenciones farmacéuticas realizadas sobre los pacientes incumplidores, pasó a ser del 90 por ciento. Al inicio del seguimiento farmacoterapéutico, se identificaron 9 RNM, de los que se resolvieron el 66,67 por ciento a las intervenciones farmacéuticas llevadas a cabo. De los 50 pacientes incluidos en la segunda etapa del estudio, 24 padecían dermatitis atópica grave y, tras la intervención farmacéutica, la patología remitió completamente en 19 de ellos. Los pacientes con dermatitis atópica moderada al comienzo del estudio eran 26 y, tras la intervención farmacéutica, 24 de ellos afirmaron haber mejorado completamente. El Test estadístico McNemar indica que nuestra intervención tiene un efecto positivo sobre la mejoría de los pacientes con dermatitis atópica. La Conclusión es: La atención farmacéutica llevada a cabo en la farmacia comunitaria genera un impacto positivo en los pacientes con dermatitis atópica, contribuyendo a fomentar la adherencia al tratamiento farmacológico, evitar y resolver los resultados negativos derivados de la medicación, y controlar la sintomatología de la enfermedad, proporcionando, en definitiva, la mejora en la calidad de vida de estos pacientes.