Dioniso en la obra de Plutarco
- Alberto Bernabé Pajares Director
Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid
Fecha de defensa: 14 de noviembre de 2019
- Mercedes López Salvá Presidenta
- Ana Isabel Jiménez San Cristóbal Secretario
- Delfim F. Leao Vocal
- Vicente Ramón Palerm Vocal
- Aurelio Pérez Jiménez Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
La presente tesis doctoral ofrece un estudio exhaustivo sobre las referencias al culto de Dioniso en las Vidas y los Moralia de Plutarco, una de las fuentes más importantes sobre la religión dionisíaca, especialmente de la época imperial. El interés de su obra radica en su gran extensión y en su contenido, puesto que se trata de un testimonio directo sobre algunos de los cultos que se realizaban entre los siglos I y II d.C. Además, su cargo como sacerdote en Delfos le otorgó una posición privilegiada para conocer en profundidad ciertos ritos. Los pasajes considerados para este estudio son los referentes a cualquier culto, epíteto, mito o atributo relacionado con el dios. El contenido ha sido dividido en diferentes secciones temáticas. En la primera parte, el análisis de todos los epítetos referidos a Dioniso revela que la mayoría de ellos se emplean en un contexto simposíaco o ritual, aunque la gran variedad hallada ha permitido organizarlos conforme a los siguientes criterios: los referidos a Dioniso como dios del vino, los que reflejan su faceta de dios liberador, los epítetos rituales, los vinculados a su poder fecundador y los que aluden a su actitud con los mortales. El segundo capítulo está dedicado al estudio de referencias a las fiestas y cultos dedicados a Dioniso. Se analiza la terminología empleada por el autor para referirse a los ritos dionisíacos, a sus fieles y a otros trabajadores especializados; también las fiestas, entre las que destacan las Agrionias, las Nictelias, la práctica de las Faleforias, el culto de la Bona Dea y las fiestas atenienses; los grupos de devotos del dios, como son las Tíades de Delfos, las mujeres de Élide, las Clodonas (o Mimálonas), los Hosios y los argivos que invocan a Dioniso ß¿¿¿¿¿¿¿. En el tercer capítulo se tratan los mitos sobre Dioniso recogidos por Plutarco. El mito órfico de su desmembramiento es el más aludido, aunque también aparecen el relato de las miníades, el de Dioniso y Ariadna racionalizado, el mito sobre el descenso de Dioniso y la apoteosis de Sémele y, finalmente, el episodio sobre la fuente Cisusa. En el cuarto capítulo, dedicado a las identificaciones de Dioniso con otras divinidades y a los atributos del dios, Plutarco realiza una interpretatio Graeca de diferentes dioses, entre los que destacan Osiris y el dios judío, aunque también menciona la identificación con Serapis, Sabacio, Ársafe y Épafo. Por otro lado, los atributos consagrados al dios se han dividido en varias categorías. Dentro de los elementos rituales encontramos el tirso, la corona, el liknon y el vino, el elemento más característico del dios. De las plantas consagradas a Dioniso destacan la vid y la hiedra, aunque también se menciona el pino. De la danza y la música, presentes en los ámbitos simposíaco y ritual, sobresalen los siguientes instrumentos: la trompeta, la cítara, el aulos y el caramillo. Por último, se hace una breve mención a los animales relacionados con la divinidad: el toro y la serpiente. Finalmente, en el quinto capítulo se abordan los pasajes relativos a los misterios órfico-dionisíacos en los que participaba Plutarco dentro de un ámbito privado y familiar. De las citas que podrían indicar la participación del autor en estos ritos se pueden extraer algunas características de los misterios órfico dionisíacos: compartían la doctrina órfica del alma, según la cual esta puede purificarse (viviendo una vida eterna y dichosa) o reencarnarse (en cuyo caso el alma quedaba contaminada por la vida terrenal); durante la iniciación los iniciados adquirían un conocimiento secreto; además, Plutarco también menciona la existencia de un logos o relato secreto que narraba el mito antropogónico órfico focalizado en el sufrimiento de Dioniso, cantado en voz alta y acompañado de música y gritos cultuales que conducían al iniciado a un estado de ¿¿¿¿¿; por último, el contexto del pasaje en el que describe este ritual sugiere que la descripción corresponda a uno situado en Delfos.