Valoración de los conocimientos, actitudes y comportamientos sobre higiene de los alimentos en las familias de Salamanca

Resumen

Millones de personas enferman y mueren después de haber consumido un alimento contaminado que origina una Enfermedad Transmitida por Alimentos (ETA), debido en muchos casos a prácticas inapropiadas de manipulación de alimentos en el hogar. Objetivo: valorar los conocimientos, actitudes y comportamientos de las familias de Salamanca (niños y padres), respecto a la higiene de los alimentos y las ETAs y evaluar la eficacia de una intervención en educación sanitaria. Método: estudio epidemiológico, descriptivo y transversal con aplicación de una intervención comunitaria y su valoración. El muestreo fue representativo al azar, estratificado por escuelas públicas y privadas. Participaron 9 escuelas, 3 privadas y 6 públicas. Los participantes fueron niños de 5º curso de Primaria y sus padres .Los datos fueron obtenidos mediante dos cuestionarios, previamente validados, aplicados durante los meses de octubre y noviembre del año 2006 y el mes de mayo del año 2007. La intervención sanitaria fue realizada en el mes de abril del año 2007. Resultados: Casi el 100% de los niños poseen buenos conocimientos respecto a la compra y cocción de alimentos y los padres presentan comportamientos seguros durante la compra, conservación, descongelación, preparación, cocción y consumo de alimentos, así como con relación a la higiene personal. Aproximadamente un 36% de escolares y el 22% de los padres recuerda una intoxicación familiar después del consumo de alimentos y bebidas. Las niñas tienen un mejor comportamiento para la obtención de alimentos desde fuentes seguras, la utilización de temperaturas correctas y la higiene personal. Los padres cuyos hijos asisten a escuelas públicas, las mujeres, las amas de casa y los que tienen edades comprendidas entre 30 a 40 años, tienen un mejor comportamiento con relación a la “obtención de alimentos desde fuentes seguras” y para “evitar la contaminación cruzada” son las mujeres, los menores de 30 años, y aquellos que tienen ingresos mayores a 4000 euros. En los escolares, el mayor efecto positivo se observa con respecto a los conocimientos sobre la “cocción adecuada” y la “contaminación cruzada”, en tanto el menor impacto se relaciona con la “compra de alimentos desde fuentes seguras”. En los padres, el mayor efecto positivo de la intervención se observa con respecto a la “contaminación cruzada” y la “obtención de alimentos desde fuentes seguras”, sin embargo, el menor impacto se observa con la “cocción adecuada de alimentos”. Conclusión: los conocimientos, actitudes y comportamientos de las familias de Salamanca son satisfactorios respecto a la higiene de los alimentos y las ETAs, si bien podrían plantearse varias actividades que mejorasen los aspectos relacionados con los conocimientos que poseen.