Comportamiento y conservación de grandes carnívoros en ambientes humanizadososos y lobos en la Cordillera Cantábrica

  1. Fernández Gil, Alberto
Dirigida por:
  1. Mario Quevedo de Anta Director/a
  2. Javier Naves Cienfuegos Director/a

Universidad de defensa: Universidad de Oviedo

Fecha de defensa: 12 de junio de 2013

Tribunal:
  1. Miguel Delibes Castro Presidente/a
  2. María José Bañuelos Martínez Secretario/a
  3. José Luis Tellería Jorge Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

Como predadores apicales tienen una capacidad limitada de compensar altas tasas de mortalidad, lo que resulta en vulnerabilidad crónica en áreas humanizadas. Osos pardos Ursus arctos y lobos Canis lupus ocupan en la Cordillera Cantábrica un gradiente de paisajes humanizados y naturales. En un contexto de biología de conservación y mediante el estudio del comportamiento y la historia natural, los objetivos fueron: 1) describir sistemas de celo y estrategias reproductivas de los osos cantábricos; 2) desarrollar métodos para estimar abundancia y monitorizar las poblaciones de osos y lobos; 3) describir los hábitos tróficos de los osos y analizar cambios a lo largo del tiempo; y 4) analizar situaciones de conflicto por daños en ambas especies y los efectos de la gestión en su conservación. Los osos en celo (N = 23 episodios) utilizaron hábitats peculiares y usaron áreas concretas de forma recurrente a lo largo de los años, con frecuentes episodios de celos múltiples. A su vez, clasificamos nueve casos de muerte de crías como infanticidios sexuales. Las concentraciones en áreas recurrentes parecen relacionadas con la intención de confundir paternidades para evitar infanticidios sexuales. Además, los patrones de celo y la frecuencia de infanticidios condicionan los métodos para estimar abundancia y pueden confundir índices de monitoreo. Con un muestreo sistemático por observación directa exploramos factores que pudieran afectar a la detección de osos. Se obtuvieron índices de presencia: 14 positivos (con osos vistos) cada 100 intentos; y de abundancia: 19 osos no dependientes cada 100 intentos. Estos índices permiten evaluar tendencias: sería necesario un esfuerzo de 50 intentos de observación por año para detectar un declive del 20% en 10 años. El método es aplicable a otras poblaciones de osos y de grandes mamíferos que vivan en ambientes montañosos. Analizamos 239 observaciones estivales de lobos en lugares de reunión (meseta del Duero) y 184 registros de grupos en invierno (Cordillera Cantábrica) para explorar efectos de factores sobre el número de ejemplares detectados. Encontramos efecto de esfuerzo de muestreo en verano. Sin embargo, no encontramos efectos de esfuerzo, método o cobertura de nieve en invierno, estimando un declive del 30% en el tamaño medio de grupo: 4,4 ejemplares en Noviembre a 3,1 en Abril. Se precisan 15 registros/invierno para detectar un cambio del 30% en 10 años con una potencia del 90%. Analizamos 1500 heces de osos (1974-2004) y encontramos diferencias entre zonas y cambios en el tiempo en el uso de ciertos alimentos, señalados por incrementos en los coeficientes de variación. Durante el periodo de hiperfagia encontramos una relación positiva de índices climáticos con el uso de alimentos de tipo meridional y negativa con los de tipo boreal y templado, lo que indica efecto de factores globales. Hubo diferencias entre zonas y en el tiempo en algunos tipos de alimento relacionadas con factores locales (ganado). Los alimentos de tipo boreal y templado mostraron declives en uso y se vieron más afectados por factores locales que los de tipo meridional. Encontramos efectos de factores demográficos y ecológicos en el nivel de daños de osos en Asturias y demográficos en el caso de los lobos: más lobos muertos en controles supusieron más daños. El reflejo en los medios fue desproporcionado entre especies y en la misma especie entre zonas. Las noticias tuvieron un fuerte efecto en el número de lobos muertos en controles. La gestión no se basó en criterios objetivos y tuvo efectos contra-esperados en los daños. En ambientes humanizados, la flexibilidad etológica y ecológica de estas especies y la peculiar interacción con los humanos condicionan su estudio y las medidas de gestión, notablemente de las situaciones de conflicto, con importantes consecuencias en su conservación