Lumbalgia, ortesis y calidad de vida
- GARCÍA PÉREZ-TEIJÓN, CARLOS ANTONIO
- José Antonio de Pedro Moro Director
- María Ángeles Cuadrado Cenzual Directora
Universidad de defensa: Universidad de Salamanca
Fecha de defensa: 08 de febrero de 2016
- María José Fresnadillo Martínez Presidente/a
- Evelyn García Nieto Secretario/a
- José María Teijón Rivera Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
[ES]Los sistemas estabilizadores pasivos de la columna son los ligamentos y el disco, y los activos los músculos. Entre los ligamentos de la columna uno de los más interesantes, en términos biomecánicos, es el ligamento amarillo. Su gran cantidad de fibras elásticas le da su color característico y le permite actuar como un resorte almacenando energía durante la flexión y posteriormente ayudando a los músculos durante la extensión. Su capacidad elástica le impide protruir dentro del canal en extensión cuando está en máxima relajación. (16) Otro ligamento importante es el supraespinoso. Por ser el que está más alejado del centro de movimiento vertebral, su brazo de palanca es el más largo y el que puede proporcionar una mayor resistencia a la tracción. La musculatura no solamente es un elemento que da movilidad sino una gran estabilidad a la columna. Un sofisticado elemento de estabilización es la “cámara hidroaérea” formada por el tórax y el abdomen. Cuando se realiza un esfuerzo importante, la glotis y los esfínteres del periné se cierran automáticamente, creando una presión positiva abdominal. La tensión de la musculatura abdominal comprime la cámara hidroaérea, haciendo que la columna dorsolumbar sea una estructura mucho más rígida. La aponeurosis abdominal y la fascia dorsolumbar están unidas y esta última se tensa por la contracción del dorsal ancho que se inserta en la parte proximal del húmero. La resistencia de la columna dorsolumbar está marcada por la calidad de la musculatura abdominal Al aproximar los brazos al tronco, se tensan las estructuras lumbares en una conexión entre las extremidades superiores y la parte baja de la columna La aplicación de los principios biomecánicos para el manejo de las fracturas de huesos largos también tiene valor para el manejo de lesiones traumáticas inestables de la columna torácica y lumbar. Realmente el principio no funciona sobre cada cuerpo vertebral en sí, sino más bien, toma a toda la columna como una construcción lineal ósea, asemejándola a un hueso largo. Los principios biomecánicos más usados para la columna tóracolumbar son el principio biomecánico del sostén; del tirante; la combinación de los dos anteriores y el principio biomecánico de la protección. (17) Las curvas fisiológicas que presenta el raquis en el plano sagital permiten el desarrollo armónico de sus funciones. Cuando se produce una fractura a nivel vertebral con deformidad y alteración de dicho perfil, se provoca la alteración de dichas funciones. Las vértebras superiores e inferiores, a la vértebra lesionada, deberán de adaptarse a la nueva situación, intentando compensar esa desviación; esto supondrá una sobrecarga para una serie de elementos que tendrán que cumplir una misión biomecánica para la cual no estaban preparados.