Renovación literaria y relevo generacional en la obra de Thomas Brussig

Resumen

A mediados de los 90 se constata en el panorama literario alemán la irrupción de un grupo de escritores nacidos en torno a 1960, la "generación del 89". Thomas Brussig sorprende a la crítica con Helden wie wir, una "novela política con medios sexuales". La obra del autor atestigua un nuevo sentir a nivel social, personal y literario que sustenta un relevo generacional, pues reacciona contra una generación de padres y de intelectuales que para él fracasó en su compromiso social. La generación que toma las riendas creció en un contexto marcado por tres determinantes: su infancia en una dictadura, cuya ideología utopista contemplan con escepticismo; la Unificación, valorada no como la unión de dos partes, sino como la destrucción de su mundo; el estado de bienestar que propicia una cultura mediática de masas y hedonista. Así, desde un enfoque despreocupado y humorístico, recuperan el placer de narrar simplemente su infancia, sin reprimir una mirada crítica a los elementos que influyeron negativamente en su formación, eso sí, sin rencor ni buscar culpables. Surge una literatura de evocación y reivindicación de la validez del pasado que establece el terreno en el que germina la construcción de su identidad en oposición a la supremacía de valores occidentales que se impuso tras la caída del Muro. En este contexto, Brussig exige la revisión de los pilares del debate en torno a la Unificación para lograr un enfrentamiento sincero a la propia culpa en el sistema de la RDA como requisito previo para afrontar los retos del presente. Asimismo reivindica la integración de las experiencias vividas por los ciudadanos de la extinta RDA en la memoria cultural de la Alemania unificada. Las líneas temáticas de sus novelas y dramas plantean la problemática que inquieta a su generación: la etapa de la adolescencia, cuyos conflictos específicos son agudizados por las privaciones materiales, la falta de libertad y la manipulación ideológica sufrida en la RDA; el papel de los intelectuales, demasiado preocupados con un proyecto socialista utópico que les cegó ante los problemas reales de su pueblo; el proceso de Unificación, que para Brussig no fue un acto meditado sino producto de una cadena de casualidades que desembocó en la anexión a los valores de Occidente, y no respetó las peculiaridades de la RDA, provocando carencias psicológicas, miedo existencial y pérdida de valores. Su obra clave, Helden wie wir, parte de modelos literarios angloamericanos y aborda estos temas a través de un entramado alegórico y grotesco encauzado a la desmitificación tanto de las supuestas bondades del sistema como de la Unificación como acto heroico, para revelar que el socialismo de la RDA fue un sistema perverso y que todos sus ciudadanos contribuyeron a sus 40 años de existencia.