Arquitectura religiosa saadí. Mezquitas, madrazas y zawiyas (Marrakech, siglos XVI-XVII)

  1. Almela Legorburu, Iñigo
Dirigida por:
  1. Antonio Almagro Gorbea Director/a

Universidad de defensa: Universidad de Granada

Fecha de defensa: 08 de enero de 2020

Tribunal:
  1. Alfonso Jiménez Martín Presidente/a
  2. José Miguel Puerta Vílchez Secretario/a
  3. Susana Calvo Capilla Vocal
  4. Patrice Cressier Vocal
  5. Rafael Jesús López-Guzmán Guzmán Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

La dinastía saadí surgió a principios del siglo XVI en el sur de Marruecos y para mediados del mismo siglo ya gobernaba sobre al-Magrib al-Aqṣà. Su paso por la historia de Marruecos propinó una bocanada de aire para este territorio que había permanecido inestable desde el colapso de la dinastía meriní y que se encontraba bajo el acecho de grandes potencias extranjeras: España, Portugal y el Imperio Otomano. Su creación no solo contribuyó en la unificación del país, sino que además supuso la formación de un poder sólido capaz de mantener sus fronteras y desarrollar sus ciudades. Al respecto de estas últimas, fueron objeto de un importante proceso de recuperación y de desarrollo, especialmente Marrakech, que pasó a ser la capital administrativa y la sede del poder. A excepción de un ejemplo situado en Fez, en adelante nuestras miradas estarán puestas de manera constante en esta ciudad. Destacamos a este respecto los gobiernos de ῾Abdallāh al-Gālib (1557-1574) y Aḥmad al-Manṣūr (1578-1603), que por su duración y estabilidad fueron los que más favorecieron el desarrollo urbano y arquitectónico. Todo este proceso de formación urbana llevó implícito en un primer momento el desarrollo de un proyecto de reforma como el emprendido por el sultán ῾Abdallāh al-Gālib que no se redujo a la sola construcción sino también a la revivificación de Marrakech por medio de la creación de barrios y la construcción de edificios que estimulaban la vida urbana. Con tal fin, jugaron un papel importante los complejos socio-religiosos. Estos complejos son obras de gran envergadura que se insertaron en un tejido urbano ya existente y en algunas ocasiones muy densificado, por lo que su proceso de implantación supuso alteraciones en su entramado. Están formados por una mezquita que funciona como núcleo del conjunto y múltiples anexos de diversas funciones: religioso, educativo, civil, comercial. Los dos complejos de al-Muwāssīn y Bāb Dukkāla fueron concebidos siguiendo un mismo modelo arquitectónico y patrón de implantación. Su construcción significó una transformación radical de los barrios y del paisaje urbano. Además de estos, fueron construidos otros edificios monumentales bajo el patrocinio de los sultanes saadíes, como por ejemplo la madraza Ibn Yūsuf, una de las más grandes de todo Marruecos y de diseño particular por haber empleado una organización extremadamente racional. Entre los demás edificios también se encuentran las contribuciones que realizaron los sultanes en tres zawiyas de Marrakech: Sīdī al-Ŷazūlī, Sīdī Abū al-῾Abbās y Sīdī Yūsuf ibn ῾Alī. En ellas emprendieron la construcción de mezquitas y mausoleos, así como algunos de los anexos. Por último, dentro de todo este programa arquitectónico se incluyen las intervenciones en edificios más antiguos como la mezquita de la Qaṣba en Marrakech y la mezquita al-Qarawiyyīn de Fez. En la primera de ellas se llevó a cabo la reforma de la nave transversal junto a la quibla, así como un proyecto de redecoración que quedó inacabado. El trabajo aquí presentado y desarrollado ha contado con varios objetivos que enumeramos de manera concisa. En primer lugar, se ha llevado a cabo una documentación planimétrica de todos estos edificios mencionados, pues la documentación gráfica de los mismos era prácticamente inexistente en las publicaciones. En segundo lugar, se ha analizado cada edificio atendiendo a varios aspectos como su contexto urbano, su diseño arquitectónico y sus técnicas constructivas, para después poder caracterizarlos y ponerlos en diálogo con otras construcciones de Marruecos de periodos anteriores, así como edificios homólogos y contemporáneos de otros marcos geográficos. Por último, se ha experimentado un método de análisis urbano con el fin de conocer mejor la evolución de dos barrios de Marrakech y la importancia configuradora de los complejos saadíes que en ellos fueron levantados. En general, la arquitectura religiosa saadí se mantuvo firme con las tradiciones locales y regionales para el diseño de los edificios incluso recuperando arquetipos almohades que habían perdido popularidad o incluso desparecido durante el periodo meriní. De modo que podemos reconocer la influencia sustancial que ejercieron las mezquitas almohades de Marrakech: Kutubiyya y Qaṣba. No obstante, al mismo tiempo no podemos atenuar la importancia de las innovaciones que también acompañan a los edificios saadíes tanto en su diseño como en sus objetivos.