Vida, pensamiento y obra de guillermo morphy, el conde de morphy (1836-1899)su contribución a la música española en el siglo xix
- GARCÍA ÁLVAREZ DE LA VILLA, BEATRIZ
- Ramón Sobrino Sánchez Director/a
Universidad de defensa: Universidad de Oviedo
Fecha de defensa: 04 de octubre de 2019
- Emilio Francisco Casares Rodicio Presidente
- Miriam Perandones Lozano Secretario/a
- Francesc Cortès Mir Vocal
- Celsa Alonso González Vocal
- Víctor Sánchez Sánchez Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
Guillermo Morphy, el Conde de Morphy (Madrid, 1836-Baden, Suiza, 1899) fue secretario privado de Alfonso XII y, tras su muerte, de la Reina Regente María Cristina. Desplegó una intensa actividad en beneficio del arte nacional, convirtiéndose en una figura nuclear durante la Restauración borbónica. Este trabajo profundiza en sus facetas de musicógrafo, compositor, crítico musical y musicólogo. El análisis de la prensa histórica y de su legado en archivos y bibliotecas nos ha permitido reconstruir su trayectoria vital, entender su pensamiento estético y su contribución a la música española. Morphy actuó como mecenas y mediador con la Corona, protegiendo a músicos como Isaac Albéniz, Pablo Casals, Enrique Fernández Arbós, Enrique Granados y Tomás Bretón. A sus veladas musicales privadas acudieron artistas de fama internacional y compositores españoles, que convirtieron su salón en un centro de difusión de la música camerística y de un repertorio en línea con otros países de Europa. El pensamiento del siglo XIX configura una época rica en tendencias diversas entorno a la polémica entre materialismo/realismo e idealismo/espiritualismo que también afectaron a la creación artística. En este contexto, Morphy se consideró un “padre intelectual” de jóvenes músicos españoles, escribiendo numerosos discursos y artículos didácticos en la prensa que recogen su ideario y estética. Su pensamiento está influido por el Discurso de Agustín Durán, que transmite el nacionalismo de Herder y el historicismo de cuño cristiano de los hermanos Schlegel; asimismo su estética y pensamiento ecléctico se vinculan a la filosofía de Victor Cousin y a su maestro Santiago de Masarnau. Morphy se muestra conciliador entre Clasicismo y Romanticismo, y valora la influencia extranjera en las artes nacionales. Además, se convierte en difusor del nacionalismo, y de las ideas estéticas vinculadas a la doctrina espiritualista de fundamento católico, que se consolida durante la Restauración borbónica. Su pensamiento entra en confrontación con los excesos del racionalismo, el escepticismo, el materialismo, el realismo “prosaico”, el cosmopolitismo disolvente y la mercantilización del arte. Tuvo un influyente papel en la defensa de un modelo de ópera española que se enriqueciera con las innovaciones modernas en armonía e instrumentación, manteniéndose vinculada a la tradición española. Morphy se convierte en una referencia para el nacionalismo hispánico y la creación de una escuela española, en una vía que le aleja de Barbieri, y encuentra oposición en Pedrell y en el crítico musical Peña y Goñi. Morphy se convirtió en el principal difusor de la música extranjera y defensor del drama lírico de Tomás Bretón e Isaac Albéniz. Promovió la puesta en escena de la obra de Wagner, reconociendo su enorme influencia en la época, pero desaconsejando su imitación; rechazó el verismo italiano y defendió la obra de Verdi, Mancinelli y Saint-Saëns por acometer una obra universal sin renunciar a su raza y esencia latina. Su amistad personal con Saint-Saëns se recoge en este trabajo. Constatamos la sinergia entre la Sociedad del Instituto Filarmónico, la Sociedad de Conciertos de Madrid y el Ateneo de Madrid, todas ellas presididas por Morphy, en las que promovió una programación variada con especial atención a Beethoven y a los conciertos con solista, a imagen de otras salas europeas. Su iniciativa de unir a los artistas en una Sociedad llevó a la creación del Instituto Filarmónico, cuyas enseñanzas de música siguieron el ejemplo de otros países europeos. Esta entidad mostró un decidido apoyo a Los amantes de Teruel de Bretón, considerada por Morphy el punto de partida de nuestra escuela nacional. El análisis de sus obras musicales constata su formación sólida y su conocimiento de las tendencias musicales coetáneas; asimismo, su eclecticismo, donde Clasicismo y Romanticismo se unen en una obra personal. Morphy compuso formas consideradas “clásicas”, como el oratorio, la sonata y la sinfonía, con las que obtuvo éxitos avalados por la prensa; asimismo, pequeñas formas románticas variadas, como sus Melodías para canto y piano, donde se muestra lo local y lo universal. Su preocupación por la ópera española le llevó a componer tres dramas líricos. En línea con el historicismo, mostró su fervor por Calderón de la Barca, Palestrina y Beethoven. Su ciclo de conferencias sobre Beethoven, y sus conciertos históricos de música española de vihuela, siguiendo el modelo de su maestro François-Joseph Fétis, le convirtieron en un referente en España. La publicación de su obra musicológica Les luthistes espagnols du XVI siècle (1902) constituye una aportación de indudable valor a la historia de la música española.