Alteraciones hemorreológicas, fibrinolíticas e hipercoagulabilidad en la obesidadEfecto de la pérdida ponderal.
- Solá Izquierdo, Eva
- A. Vayá Montaña Director/a
- Antonio Hernández Mijares Director/a
Universidad de defensa: Universitat de València
Fecha de defensa: 05 de julio de 2007
- Vicente Alberola Candel Presidente/a
- Dolores Corella Piquer Secretario/a
- Eduardo Rocha Hernando Vocal
- Antonino Jara Albarrán Vocal
- Joan Lluís Vives Corrons Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
RESUMEN Se ha demostrado que la obesidad es un factor de riesgo. Los factores de riesgo cardiovascular clásicos asociados a la misma no pueden explicar por sí solos todo el exceso de eventos cardiovasculares que presentan estos pacientes. Por otra parte, varios estudios han evidenciado la asociación entre obesidad y tromboembolismo venoso. Los mecanismos a través de los cuales la obesidad predispone de forma independiente a las complicaciones trombóticas tanto arteriales como venosas se desconocen. Las alteraciones hemorreológicas podrían inducir un estado protrombótico en la obesidad. Dentro de éstas, la agregación y la deformabilidad eritrocitarias han sido las menos estudiadas en el paciente obeso. Asimismo, la expresión de fosfatidilserina en la hoja externa de la bicapa como posible mecanismo protrombótico ha sido escasamente valorada en estos pacientes. De igual manera, ciertas alteraciones del sistema de la proteína C pueden asociarse con un aumento del riesgo trombótico. Adicionalmente, un elevado nivel del inhibidor del activador tisular del plasminógeno de tipo 1 (PAI-1) puede contribuir al estado de hipercoagulabilidad, pudiendo dichos niveles relacionarse con el polimorfismo genético 4G/5G de su gen. Nuestra hipótesis de trabajo fue que el estado protrombótico asociado a la obesidad podría deberse, entre otras causas, a alteraciones hemorreológicas, fibrinolíticas y del sistema de la proteína C, siendo estas alteraciones subsidiarias de mejoría con la pérdida ponderal obtenida mediante tratamiento dietético. Tras estudiar a 67 pacientes obesos y compararlos con un grupo control, y someterlos a dieta hipocalórica durante tres meses, obtuvimos las siguientes conclusiones: ? Los pacientes obesos presentan un perfil hemorreológico alterado, caracterizado por un aumento de los niveles de fibrinógeno, de la viscosidad plasmática, de la viscosidad sanguínea a hematocrito corregido, y de la agregabilidad eritrocitaria. Esta hiperagregabilidad parece deberse a la resistencia insulínica asociada a la obesidad. ? La deformabilidad eritrocitaria no se encuentra disminuida en los pacientes obesos, posiblemente debido a la ausencia de alteraciones en el contenido en colesterol y fosfolípidos de la membrana eritrocitaria. Sin embargo, los pacientes obesos con síndrome metabólico presentan una menor deformabilidad eritrocitaria. ? Los niveles aumentados de fibrinógeno, de viscosidad plasmática y de viscosidad sanguínea no se modifican con la pérdida de peso. Sin embargo, la agregabilidad eritrocitaria mejora de forma significativa. ? Como hallazgo no descrito hasta el momento actual, hemos encontrado un aumento de la expresión de fosfatidilserina en la hoja externa de la membrana eritrocitaria en los pacientes obesos. ? No hemos encontrado en los pacientes obesos un estado de resistencia a la proteína C activada adquirida. ? Los niveles de proteína C activada están aumentados en los pacientes obesos. Tras la pérdida de peso, hemos observado una disminución de los niveles de proteína C activada. ? Los pacientes obesos presentan una hipofibrinolisis manifestada por un aumento de los niveles de PAI-1 antigénico y funcional. No se ha encontrado en estos pacientes una asociación significativa entre dichos niveles y la presencia del alelo 4G. ? Los pacientes obesos con síndrome metabólico muestran una tendencia no significativa a presentar cifras mayores de PAI-1. ? Tras la pérdida de peso, se observa una disminución significativa de los niveles de PAI-1. Se observa una tendencia no significativa en los pacientes obesos portadores del alelo 4G a un menor descenso de PAI-1 en respuesta a la pérdida de peso. Como conclusión final, hemos evidenciado alteraciones hemorreológicas, fibrinolíticas y de la hemostasia asociadas a la obesidad. Algunas de estas alteraciones han mejorado de forma significativa con la pérdida de peso, lo que podría ayudar a reducir el riesgo trombótico de estos pacientes. __________________________________________________________________________________________________