Estudio prospectivo sobre el impacto en la calidad de vida y los resultados visuales obtenidos durante una campaña de cirugía ocular en Burkina Fasoeficacia y eficiencia de un proyecto de cooperación sanitaria

Resumen

La catarata es la primera causa de ceguera en los países en vías de desarrollo. La accesibilidad en el diagnóstico y tratamiento quirúrgico de esta enfermedad ocular nos ha llevado a desarrollar proyectos de cooperación en Burkina Faso desde hace más de 15 años con el objeto de intentar reducir la elevada prevalecía de la ceguera provocada por esta afección en ese medio. El presente estudio describe la metodología de trabajo empleada para el desarrollo de la campaña de cirugía ocular masiva que las ONG Stop Ceguera y Visio Sense Fronteres llevaron a cabo durante el mes de diciembre de 2008 en Bobo-Dioulasso (Burkina Faso), los resultados obtenidos en lo que se refiere a cambio en la función visual y calidad de vida de los pacientes operados y finalmente un análisis de los costes soportados durante la misma. Fueron incluidos en el estudio un total de 315 ojos operados de cataratas correspondientes a 305 pacientes que cumplieron los criterios de inclusión. Se realizaron controles evolutivos a las 24 horas así como a los 3 y 12 meses tras las intervenciones. El 79,8% de los pacientes revisados alcanzó una agudeza visual corregida igual o mayor a 0,3 a los doce meses. Los pacientes experimentaron una mejoría en su agudeza visual corregida que llego a ser un año tras la operaciones quince veces superior a la calculada en la visita preoperatoria. El 40,5% de los ojos operados obtuvo un equivalente esférico comprendido entre +1,00D y -1,00D a los tres meses de la cirugía. El astigmatismo corneal tras las intervenciones fue elevado a los 3 meses (astigmatismo inducido por la operación igual a 1,95 D) pero descendió a niveles similares a los calculados en el control preoperatorio al año de la intervención (0,22 D). De las complicaciones intraoperatorias la más común fue la rotura de la cápsula posterior -acontecida en el 2,85% de los ojos operados- y la más grave un caso de hemorragia expulsiva. Doce meses después de las operaciones la incidencia de opacificación capsular alcanzó el 9,2% de los ojos intervenidos. El costo unitario por cada cirugía fue 59€, incluidos los gastos de alojamiento y transporte, coste muy inferior al soportado para las intervenciones en nuestro medio. Tras analizar los resultados obtenidos con un cuestionario de 16 preguntas adaptado a la población burkinabe para evaluar el impacto que las intervenciones tuvieron en la calidad de vida referente a la visión de la población operada, se encontró una mejora significativa en todos los ítems excepto en los correspondientes al deslumbramiento y el dolor. El índice global de satisfacción estimado mantuvo una correlación significativa con las visiones alcanzadas por los pacientes, mostrando una gran mejoría en la calidad de vida a los tres meses de las intervenciones, así como un ligero descenso a los doce. El estudio cualitativo demostró que las intervenciones fueron valoradas por los pacientes y su entorno de forma satisfactoria. Es posible concluir de los resultados obtenidos que la presente campaña masiva de cirugía ocular promovida por nuestras organizaciones no gubernamentales fue un instrumento eficiente, eficaz y seguro en la lucha contra la ceguera por cataratas en países subdesarrollados y que mejoró de forma significativa la calidad de vida de los enfermos intervenidos.