Procesos cognitivos y afectivos en la conducta prosocial

  1. CAÑAMÁS ROIG, GEMA
Dirigida por:
  1. María Vicenta Mestre Escrivá Director/a

Universidad de defensa: Universitat de València

Fecha de defensa: 01 de octubre de 2002

Tribunal:
  1. Ester Barberá Heredia Presidente/a
  2. María Dolores Frías Navarro Secretario/a
  3. María Victoria del Barrio Gándara Vocal
  4. Heliodoro Carpintero Capell Vocal
  5. Agustín Domingo Moratalla Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 96545 DIALNET

Resumen

A menudo se ha discutido sobre el papel del afecto y la cognición sobre la moralidad (Mestre y Pérez Delgado, 1997). Autores como kohlberg (1981) han defendido que la cognición es fundametnal en el desarrollo de la moralidad y que el rol del afecto es mínimo, y otros como Hoffman, han puesto el énfasis en el afecto como uno de los motivos decisivos en la ejecución de la conducta moral. Sin embargo últimamente tamibén se están considerando los dos aspectos simultáneamente (Gibbs 1991, Hoffman, 1990, 1992). El juicio moral se considera relacionado con la conducta moral, inclusive la conducta prosocial. Desde la prspectiva cognitiva evolutiva, un nivel más alto de razonamiento se corresponde con una mayor frecuencia de conducta prosocial Eisenberg, Miller, Shell, Mc Nalley Shea, 1991. La investigación empírica que se desarrolla en este trabajo se ha planificado siguiendo la estructura de un diseño de investigación no experimental con el objetivo principal de analizar el grado de relación entre las variables personales, los estilos educativos de los padres, los procesos cognitivos y emocionales con la conducta prosocial y la conducta agresiva, en la etapa evolutiva analizada, que corresponde básicamente a la pubertad o pre-adolescencia. En resumen, los resultados de esta tesis corroboran los obtenidos en investigaciones superiores, (Bryant, 1982, Eisenberg y Lennon, 1983, Meste et al., 1999, etc). También aporta evidencia empírica sobre otras variables que influyen en la conducta prosocial. La inestabilidad emocional es, en nuestra investigación, el principal predictor de la conducta agresiva, y la empatía guarda una relación fuerte con la conducta prosocial. Se confirma que las mujeres son más empáticas que los varones, y utilizan, en mayor medida, los argumentos propios de un razonamiento internalizado. En el ámbito familiar, la afectividad y el control en los estilos de crianza se relacionan positivamente c