Valoración de los efectos clínicos del óxido nitroso

Resumen

RESUMEN INTRODUCCIÓN: La sedación consciente con óxido nitroso es una técnica con amplios márgenes de seguridad y que frecuentemente es utilizada para poder llevar a cabo el tratamiento dental en niños. En la actualidad, el interés por esta técnica ha ido en aumento debido al rechazo social a técnicas restrictivas de manejo de conducta y a las exigencias de los padres para que sus hijos tengan experiencias dentales agradables. Sin embargo, nos encontramos con la dificultad de poder identificar lo más objetivamente posible el nivel de sedación adecuado para cada paciente en una circunstancia concreta. OBJETIVOS: Por ello el principal objetivo de este trabajo es estudiar los efectos del óxido nitroso en un grupo de estudiantes de Odontología analizando los efectos fisiológicos, psico-sedativos, cognitivos y analgésicos del óxido nitroso y observando si existe relación con el sexo, el contacto previo con el gas, la ansiedad y la personalidad. Además de ver si el óxido nitroso a una concentración del 30% proporciona un nivel de sedación similar para todos los sujetos. MATERIAL Y MÉTODO 101 estudiantes de odontología (70 mujeres y 31 hombres) participaron de forma voluntaria y tras firmar un consentimiento informado. Antes del procedimiento cumplimentaron una serie de test de ansiedad y personalidad: STAI, EPQR y Salamanca. El procedimiento se llevó a cabo sin tratamiento dental en una sola sesión. Se administraba óxido nitroso de forma gradual y se realizaban una serie de pruebas a las concentraciones de óxido nitroso del 30%, 50% y una vez finalizado el procedimiento. Estas pruebas consistían en responder el Cuestionario nivel Beta, en ejercicios de cálculo mental y en una prueba de dolor con lanceta. Además se registraba la edad, el sexo, el contacto previo, la dominancia, la saturación de oxígeno en hemoglobina, la frecuencia cardiaca y los signos y síntomas. Todos los datos se calcularon con el paquete estadístico SPSS 17. RESULTADOS Se observó una disminución significativa de la saturación de oxígeno en hemoglobina durante el procedimiento y una recuperación tras el periodo de oxigenación. Por otro lado, la frecuencia cardiaca descendía a lo largo de todo el procedimiento e incluso en la fase de recuperación. La mayoría de los sujetos (91.1%) alcanzó el nivel de sedación adecuado con óxido nitroso al 30% de acuerdo con los resultados del cuestionario Nivel Beta. Los signos más frecuentes fueron ojos brillantes y fijos (99%) y voz hipernasal (98%). Los síntomas más frecuentes fueron hormigueo (98%) y relajación (91%). La mayoría de los sujetos manifestó relajación (94.1%) y rapidez (75.2%) en la recuperación. El número de aciertos en los cálculos mentales disminuía cuando se inhalaba óxido nitroso al 30% y más aún al 50%. Se observó que los hombres cometían menos errores en las restas que las mujeres. El 100% de los sujetos que habían tenido contacto previo con el gas resolvieron correctamente la multiplicación en el periodo de recuperación. La sensación de dolor fue menor cuando se inhalaba óxido nitroso. Los sujetos ansiosos experimentaban menos dolor que los no ansiosos a la concentración de óxido nitroso del 30%. CONCLUSIONES El óxido nitroso produce cambios significativos en las variables fisiológicas. Los signos y síntomas más frecuentes pueden ayudar al clínico a reconocer si el sujeto está alcanzando un nivel de sedación adecuado y evitar la sobresedación. Se ha observado una relación entre una tendencia de personalidad dependiente y una recuperación más lenta. La concentración de óxido nitroso del 30% ha producido un nivel de sedación adecuado en la mayoría de los sujetos. Se confirma el efecto y la relación dosis/efecto del óxido nitroso sobre la capacidad cognitiva del sujeto, además estas alteraciones pueden variar según el tipo de personalidad o sexo del sujeto. Se confirma el efecto analgésico del óxido nitroso, el cual depende de la dosis en la que el sujeto alcanza el nivel de sedación deseado. El empleo de un cuestionario que contemple términos y expresiones como ¿calor interno¿, ¿cosquilleo u hormigueo¿, ¿estar a gusto¿, etc. puede ayudar al clínico a detectar el nivel de sedación adecuado para un sujeto concreto.