Estabilización posresucitación y transporte

  1. Jesús López Herce Cid
  2. A. Carrillo Alvarez
  3. Custodio Calvo Macías
Revista:
Anales de Pediatría: Publicación Oficial de la Asociación Española de Pediatría ( AEP )

ISSN: 1695-4033 1696-4608

Año de publicación: 2006

Volumen: 65

Número: 6

Páginas: 578-585

Tipo: Artículo

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Resumen

La reanimación cardiopulmonar no termina con el restablecimiento de la circulación espontánea, sino que debe continuar hasta que se instauren todas las medidas que permitan el mantenimiento de las funciones orgánicas. El objetivo inicial del tratamiento hemodinámico es conseguir una presión arterial normal para su edad, mediante la administración de líquidos y/o fármacos vasoactivos. El objetivo del tratamiento respiratorio es conseguir una normoventilación y normooxigenación con el menor riesgo posible de daño pulmonar, evitando tanto la hiperoxia e hiperventilación como la hipoxia e hipercapnia. El objetivo del tratamiento neurológico es reducir el daño cerebral secundario, evitando la hipertensión e hipotensión, manteniendo una normoventilación y normooxigenación, controlando la hiperglucemia y la agitación, y tratando precozmente las crisis convulsivas. Aunque no existen estudios en niños, trabajos en adultos han encontrado que la hipotermia moderada precoz disminuye el daño cerebral secundario a parada cardiorrespiratoria sin aumentar las complicaciones. Tras la recuperación de la parada cardiorrespiratoria es preciso valorar la necesidad de analgesia y/o sedación. En el proceso de traslado a la unidad de cuidados intensivos pediátricos (UCIP) hay que realizar los siguientes pasos: estabilizar al paciente; buscar e inmovilizar fracturas y heridas externas; asegurar la vía aérea y las vías venosas; valorar la necesidad y posibilidad de sondaje nasogástrico y vesical y extracción de analítica; contactar con la UCIP e informar de las características del paciente; elegir un vehículo de traslado adecuado según las características del paciente y la distancia; revisar el material pediátrico y la medicación del traslado antes de iniciar el traslado; realizar el traslado por personal experimentado y mantener una estrecha vigilancia y monitorización durante el traslado.