Cambios en la organización de conexiones talamocorticales y de la expresión de efrinas y sus receptores en los sistemas sensoriales tras la desaferenciación visual
- ESCOBAR CASTAÑONDO, LAURA
- Luis Martínez Millán Director
Universidad de defensa: Universidad del País Vasco - Euskal Herriko Unibertsitatea
Fecha de defensa: 26 de mayo de 2009
- Miguel Ángel Merchán Cifuentes Presidente/a
- Elena Alberdi Alfonso Secretario/a
- Laura López Mascaraque Vocal
- María Ángeles Ros Lasierra Vocal
- Inmaculada Gerrikagoitia Marina Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
La desaferenciación de una vía sensorial desencadena una reorganización de las conexiones nerviosas que es mucho más notoria cuando se lleva a cabo en las primeras fases del desarrollo postnatal. La reorganización posibilita que el sistema sensorial desaferenciado procese otros tipos de sensibilidad pertenecientes a los sistemas intactos. Este fenómeno conocido como plasticidad intermodal es la base para que las estructuras denervadas sean reclutadas para su participación en el procesamiento de información de las modalidades sensoriales intactas. Las áreas auditivas primarias en personas sordas responden a estimulación visual (Finney y cols., 2001; Bavelier y Neville, 2002) lo que indica que esta desaferenciación unimodal da lugar a un acceso sensorial de las áreas corticales afectadas. En el presente trabajo de tesis se ha estudiado la reorganización de las conexiones tálamocorticales tras la desaferenciación visual en las primeras fases del desarrollo postnatal, observándose cómo en el animal desaferenciado se produce una ampliación de los campos terminales en la corteza, desde áreas de la corteza retrosplenial agranular hacia la corteza visual secundaria adyacente. Un grupo de moléculas con carácter inhibitorio que contribuyen a la organización de los campos terminales mediante su expresión en gradientes que producen una repulsión gradual, son las efrinas y sus receptores Eph. En el cerebro, las efrinas y los Eph presentan expresión complementaria en forma de gradiente, de manera que tras su unión se desencadenan numerosos fenómenos de repulsión celular, adhesión, etc. De esta forma, ciertos aferentes son repelidos y otros permitidos, organizándose así de forma grosera los campos terminales de las conexiones nerviosas (Meima y cols., 1997; Frisén y cols., 1999). Mediante técnicas inmunohistoquimicas y de hibridación in situ se han localizado dos moléculas (el receptor EphA4 y el ligando efrina A5) en la corteza cerebral.