Diagnóstico de Strongyloides Stercoralis en un hospital de tercer nivelRetos y mejoras

  1. Fradejas Villajos, Isabel
Dirigida por:
  1. Ana Pérez de Ayala Balzola Directora
  2. José Miguel Rubio Muñoz Codirector/a

Universidad de defensa: Universidad Autónoma de Madrid

Fecha de defensa: 10 de octubre de 2019

Tribunal:
  1. Rafael Martínez Díaz Presidente/a
  2. Jose María Saugar Cruz Secretario/a
  3. Oihane Martin Sainz de la Maza Vocal
  4. Fernando Salvador Vocal
  5. Marta Díaz Menéndez Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

La estrongiloidiasis, infección causada por el nematodo intestinal Strongyloides stercoralis, sigue siendo una gran desconocida tanto en áreas endémicas como en nuestro medio, debido a que la mayoría de los casos son asintomáticos y a las propias limitaciones en el diagnóstico de laboratorio. A pesar de tratarse de una enfermedad tropical, el aumento del número de viajeros y de los movimientos poblacionales, asociados a la inmigración y a los refugiados, ha hecho que cada vez sean más comunes los casos importados. El screening y tratamiento de los pacientes con infección por S. stercoralis es indispensable debido a la posibilidad de desarrollar cuadros graves en caso de inmunosupresión. Por ello, el objetivo de este estudio fue conocer la situación de la infección en el Hospital Universitario 12 de Octubre, tanto desde el punto de vista clínico- epidemiológico como desde la perspectiva del laboratorio de Microbiología. De esta forma, se evaluaron las carencias y posibles mejoras en el diagnóstico parasitológico y serológico, así como la introducción de técnicas moleculares en la rutina asistencial. Se detectó un importante número de casos de estrongiloidiasis importada, principalmente en pacientes inmigrantes latinoamericanos. Algo menos de la mitad de los casos tuvo síntomas atribuibles a la estrongiloidiasis, siendo la eosinofilia la principal alteración analítica. La detección de larvas en heces se asoció a la clínica gastrointestinal, a la presencia de comorbilidades y a la eosinofilia. Los factores asociados a la inmunosupresión fueron el género masculino y la ausencia de síntomas y de eosinofilia. Los índex de la serología de S. stercoralis fueron mayores en pacientes con detección de larvas en heces y menores en pacientes inmunosuprimidos. El seguimiento de los casos fue muy heterogéneo, normalizándose los niveles de eosinófilos y los índex serológicos antes de los 6 meses post-diagnóstico en la mayoría de los pacientes tratados. Tras la implantación de la RT-PCR en heces, las recomendaciones sobre la recogida/conservación de las muestras y el cambio en el método de lavado de la técnica serológica, la proporción de casos con detección de larvas en heces aumentó hasta seis veces con respecto al inicio del estudio. La técnica serológica basada en antígeno recombinante no fue lo suficientemente sensible como para sustituir a la realizada de rutina, basada en antígeno crudo. En cuanto al cultivo en placa de agar, su rendimiento fue tres veces mayor que el de la visualización directa de las heces tras la concentración con el método formalina-éter, aunque el tiempo de incubación del cultivo no debería reducirse a menos de una semana. En conclusión, se describe una importante cohorte de pacientes con infección por S. stercoralis, así como una mejora en el diagnóstico de laboratorio. Es necesaria la aplicación de protocolos tanto de screening del inmigrante asintomático como de seguimiento de los casos de estrongiloidiasis.