El imperfecto narrativo o de rupturadesarrollo e implicaciones teóricas

  1. Morgado Nadal, Laura
Zuzendaria:
  1. Manuel Leonetti Jungl Zuzendaria

Defentsa unibertsitatea: Universidad de Alcalá

Fecha de defensa: 2015(e)ko abendua-(a)k 01

Epaimahaia:
  1. Angeles Carrasco Gutiérrez Presidentea
  2. Silvia Gumiel Molina Idazkaria
  3. María Martínez Atienza Kidea
  4. José Amenós Pons Kidea
  5. Manuel Martí Sánchez Kidea

Mota: Tesia

Teseo: 539281 DIALNET lock_openTESEO editor

Laburpena

El objetivo de esta tesis es analizar, a la luz de una teoría de la interfaz entre semántica y pragmática, un uso del pretérito imperfecto de indicativo que ha sido considerado controvertido para una teoría aspectual del imperfecto: el imperfecto narrativo, ejemplificado en (1). Diez minutos más tarde entraba en la sala. Para poder dar cuenta de este empleo, se propone una semántica única e invariable de la forma verbal ¿semántica procedimental, atendiendo a la distinción desarrollada por Sperber y Wilson (1995) en el marco de la Teoría de la Relevancia- y se recurre a mecanismos pragmáticos que permiten explicar el efecto de sentido o interpretativo que se desprende no solo de este uso, sino también de otros como el citativo, el de cortesía, el prelúdico, etc. Estos valores constituyen casos de usos metarrepresentacionales, dado que reproducen representaciones mentales. De este modo, el imperfecto narrativo es un imperfecto como todos los demás, es decir, mantiene su aspectualidad imperfectiva. A pesar de lo que se ha afirmado en la bibliografía ¿fundamentalmente francesa-, este valor no surge en el s. XIX ni está restringido a la lengua escrita, sino que podemos distinguir dos tipos o dos niveles de imperfecto narrativo: uno inserto en un contexto concreto, en el que se especifican las condiciones necesarias para poder reconstruir fácilmente la situación descrita y el sujeto de percibe los hechos, y uno que aparece en una estructura más rígida. Pues bien, el primero de ellos parece estar presente en la Literatura desde la Edad Media y se registra actualmente en la lengua oral, mientras que el segundo responde a un efecto estilístico muy marcado que parece convencionalizarse en el s. XIX y estar reservado para el discurso literario y periodístico.