En defensa de la culturalos grandes congresos antifascistas de los años treinta. Entrevista con Manuel Aznar Soler

  1. Binns, Niall
Revista:
Guaraguao: revista de cultura latinoamericana

ISSN: 1137-2354

Ano de publicación: 2014

Título do exemplar: La guerra civil española e Hispanoamérica

Ano: 18

Número: 46

Páxinas: 55-85

Tipo: Artigo

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Resumo

Manuel Aznar Soler: Efectivamente, viene a España para invitar a la delegación, que finalmente resulta ser, por la feroz represión de la revolución de octubre de 1934, una delegación de mayor relevancia política que literaria formada por Julio Álvarez del Vayo, Andrés Ca- rranque de Ríos y Arturo Serrano Plaja... Yo soy valenciano y valenciano practicante como sabes, y, simplificando un poco el proceso, te diría que cuando un día me enteré, en pleno franquismo, de que mi ciudad había sido capital de la República espa- ñola desde noviembre de 1936 hasta octubre de 1937 y que se había convertido, por unos días de julio de 1937, en la capital de la intelec- tualidad antifascista mundial -estoy hablando de finales de los años sesenta-, esa revelación para mí fue como el estallido de una bomba. Lógicamente, para un muchacho antifranquista de dieciocho años como era yo, con inquietudes históricas, literarias y teatrales pero que ignoraba entonces muchísimas cosas -sin ir más lejos, quién era el propio Max Aub-, el hecho de saber que bajo mis pies estaban los libros que me interesaba leer y no podía, el hecho de saber que en mi ciudad se había celebrado un congreso internacional al que habían asistido escritores prestigio- sos de todo el mundo, todas esas noticias bomba me comprometieron como historiador literario a reconstruir esa memoria cultural republica- na. Porque en esta universidad había empezado a dar mis prime- ros cursos de segundo ciclo sobre la literatura de los años treinta -esta- mos hablando de los años primeros de nuestra transición democrática-, años en los que los profesores no numerarios -los famosos «penenes» de entonces- protagonizamos algunas huelgas históricas contra el fran- quismo, como la del curso académico 1974-1975, que acabó con el fa- moso «aprobado general político» y que no supuso sin embargo nuestra expulsión de la universidad, tal era el grado de debilidad del régimen franquista durante la agonía del dictador.