La monoparentalidad masculina¿una forma familiar emergente en la sociedad española?

Resumen

Existen una serie de factores, de muy diversa naturaleza y relevancia, que han propiciado la tradicional feminización de las familias monoparentales. Este hecho, ha generado una realidad social y familiar caracterizada por la escasa presencia de estructuras monoparentales en las que es el hombre quien asume en solitario el cuidado de sus hijos/as dependientes. Sin embargo, a finales de los años setenta y principios de los ochenta, determinados investigadores como Shirley Hanson, Brett Brown, Daniel Meyer o Steven Garasky, empezaron a constatar, a través de los datos estadísticos disponibles, que las estructuras monoparentales masculinas estaban aumentando en varios países occidentales como Estados Unidos, Inglaterra, Australia o Canadá, y, además, a un ritmo superior que el de sus homólogas femeninas. En esta investigación se estudian en profundidad esos cambios que, en materia de monoparentalidad masculina, acaecieron a finales del siglo XX en ciertos países occidentales, buscando precisar, posteriormente, si las familias monoparentales masculinas de la sociedad española se encuentran tras los pasos de dichos cambios. Asimismo, se estudian las características que presentan las familias monoparentales masculinas de la sociedad española, a fin de identificar cuáles son las similitudes y diferencias que presentan con respecto a las existentes en otros países. Para la consecución de los objetivos propuestos en este trabajo de investigación, se han adoptado distintas estrategias de análisis. Primero, se han revisado las investigaciones que, en el ámbito internacional, se han elaborado con respecto a las familias monoparentales masculinas. Este análisis ha permitido, entre otras cosas, identificar qué investigadores son los que se han centrado en su estudio, qué líneas de investigación se han desarrollado hasta la fecha, qué características tienen estas familias según los estudios realizados y qué aspectos son los que han podido favorecer ese incremento que, desde hace unas décadas, se observa en determinados países. Segundo, se ha analizado la situación concreta que presentan las familias monoparentales masculinas de nuestra sociedad, así como los cambios que vienen experimentando desde principios del siglo XXI. Todo ello para comprobar si nos encontramos, en efecto, ante una forma familiar emergente o no. Tercero, se ha realizado un análisis cuantitativo sobre las características sociodemográficas que presentan los miembros que componen las familias monoparentales masculinas de España. Este análisis se ha elaborado a partir de la explotación específica del fichero de microdatos de la Encuesta de Población Activa (EPA) correspondiente al 4º trimestre del año 2011. En total, se ha trabajado sobre una base de datos compuesta por 476 hogares familiares en los que es el hombre quien asume el cuidado de sus hijos dependientes sin la presencia de una figura materna. Por último, la investigación se ha completado con un análisis cualitativo en el que se han adoptado, como técnicas de recogida de la información, la entrevista en profundidad a padres monoparentales, la entrevista a informantes claves y el grupo de discusión. Este análisis se ha realizado con el fin de comprender, entre otras cosas, cómo viven los hombres la experiencia de la paternidad en solitario, cómo concilian su vida familiar y laboral, cómo afrontan la diversidad de roles familiares que han de asumir, cómo es la relación con sus hijos, qué tipo de apoyo social y familiar reciben, cómo organizan distintos aspectos de su vida diaria como, por ejemplo, la realización de las tareas domésticas, etc. La conclusión general que se desprende de esta investigación es que, en efecto, empiezan a observarse en nuestra sociedad los mismos cambios sociales, legales, culturales y familiares que han propiciado en diversos países occidentales el incremento de hombres que cuidan de sus hijos sin la presencia en el hogar de la figura materna. De hecho, entre los años 2005 y 2010, las familias monoparentales masculinas de nuestro país aumentaron a un ritmo superior que el de sus homólogas femeninas. Sin embargo, tanto el incremento registrado, como la presencia/difusión de esos factores que propician el aumento de estructuras monoparentales masculinas, es todavía limitado en España, y, aún más, desde el año 2011, momento en el que la crisis económica que vive nuestro país se ha hecho especialmente intensa. Por tanto, se puede afirmar que la monoparentalidad masculina está emergiendo en la sociedad española pero a un ritmo lento que, con la crisis, se ha hecho casi imperceptible. Ese aumento no será una realidad clara y evidente en España hasta que finalice la crisis económica, y hasta que las rupturas conyugales vuelvan a alcanzar las cifras registradas entre los años 2006 y 2007. Aún entonces habrá que esperar unos años más, incluso alguna década, para que esos cambios sociales, culturales y legales que favorecen el aumento de grupos monoparentales masculinos se generalicen, y para que la presencia de este tipo de estructuras familiares termine normalizándose en nuestra sociedad.